Brigadistas forestales trabajan ante un incendio forestal | Foto: Miteco
Los autores del trabajo defienden que este aumento se debió principalmente a que cada vez más personas viven en entornos urbanos en contacto directo con áreas forestales.
En la investigación, el equipo examinó 18,6 millones de registros de incendios del conjunto de datos mundial Global Fire Atlas, junto con cifras de la población de las áreas colindantes y de la cobertura y el uso del suelo. Los resultados revelaron que la situación es especialmente extrema en África, que abarca el 85 % de la exposición mundial a estos fenómenos.
“La mayoría de las áreas quemadas a escala mundial se encuentran en África, alrededor del 65 %, y lo que observamos es que este continente representa una proporción aún mayor de la población expuesta a incendios forestales”, señala a SINC Mojtaba Sadegh, investigador de la Universidad de Boise y uno de los autores del trabajo.
América del Norte, Europa y Australia apenas representan menos del 2,5 % de toda la exposición humana a incendios forestales en el mundo
“Aún más sorprendente es que solo cinco países africanos ecuatoriales representan aproximadamente la mitad de la exposición humana a los incendios forestales”, añade. Estos países son República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Mozambique, Zambia y Angola.
Además, la investigación mostró que los incendios forestales entre 1990 y 2021 han causado al menos 2 500 muertes y 10 500 heridos, y 1,53 millones de muertes en todo el mundo pueden atribuirse a la contaminación atmosférica provocada por los incendios forestales.
Sadegh subraya que, “a pesar de la considerable cobertura mediática”, América del Norte, Europa y Australia representan menos del 2,5 % de toda la exposición humana a los incendios forestales a escala mundial.
“Las sabanas de África suelen sufrir incendios frecuentes debido a su clima, que favorece el crecimiento de la hierba y otros combustibles en la estación húmeda, seguida de una estación seca que seca la vegetación y la hace inflamable”, insiste.
Lo que apunta este estudio es que el aumento de la exposición de la población a los incendios forestales se debió principalmente a la mayor proximidad de estos fenómenos y los asentamientos humanos. En concreto, el análisis mostró que la dinámica demográfica representó el 25 % de los 440 millones de personas comprometidas con incendios forestales.
Europa se caracterizada por incendios extremos, y el calentamiento climático favorece este comportamiento y los hace más probables
En el caso de África, la influencia humana, generalmente en forma de expansión agrícola, es lo que ha fragmentado la tierra y reducido la superficie quemada en el continente, una tendencia lo suficientemente significativa como para impulsar la disminución global de las superficies quemadas. “Sin embargo, este mismo factor es lo que aumentó el número de personas expuestas a los incendios forestales en estas regiones”, afirma Sadegh.
En el caso de Europa, se registró una ligera disminución de la exposición humana a los incendios forestales, en gran medida debido a la migración rural hacia las grandes ciudades y al abandono de las tierras agrícolas.
“Sin embargo, hay que tener en cuenta que en Europa las tendencias están caracterizadas por incendios extremos, y que el calentamiento climático favorece este comportamiento y los hace más probables”, puntualiza el investigador.
Sadegh señala que en regiones como América del Norte, Europa y Australia se han aplicado sistemas de alerta temprana e iniciativas de preparación de la comunidad, entre otras estrategias de mitigación y prevención de incendios forestales.
“Si bien estas medidas han demostrado ser insuficientes en incendios extremos recientes, en África, donde se producen la mayor parte de los incendios forestales, estas estrategias no están disponibles o lo están en menor medida”, indica.
Las estrategias de mitigación de incendios forestales deben diseñarse con las comunidades en riesgo, teniendo en cuenta la ecología local, para garantizar su eficacia / Mojtaba Sadegh, Universidad de Boise
En este sentido, los autores señalan que las estrategias de mitigación de incendios forestales pueden ser específicas de cada región o aplicables a escala global.
“En general, el refuerzo de las viviendas (por ejemplo, construir casas con materiales incombustibles) y la limpieza de la vegetación alrededor de las casas son medidas omnipresentes que se pueden aplicar en cualquier lugar”, dice Sadegh.
“Sin embargo, las quemas controladas y la gestión de la vegetación del paisaje son más eficaces en los bosques secos de EE UU y Europa que en los bosques húmedos y boreales. Las estrategias de mitigación de incendios forestales deben diseñarse con las comunidades en riesgo, teniendo en cuenta la ecología local, para garantizar su eficacia”, concluye.
Referencia:
Seydi, S. T., Sadegh, M et al. Increasing global human exposure to wildland fires despite declining burned area. Science (2025).
Fuente: SINC
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