Pese al empuje de las renovables, el avance del coche eléctrico y los compromisos climáticos del Acuerdo de París, la demanda mundial de crudo seguirá aumentando al menos hasta el año 2040, según las estimaciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En sus ‘Previsiones del Mundo Petrolero 2040’, el cartel reconoce que a partir de 2035 este crecimiento se desacelerará por el descenso de la demanda del ‘oro negro’ en los países de la OCDE, donde se consumirán en 2040 cerca de nueve millones de barriles diarios menos que en 2016. Sin embargo, en los países en vías de desarrollo, el uso de petróleo se disparará, llevando la demanda global a los 111,1 millones de barriles diarios, frente a los 95,4 millones del año pasado.
Para satisfacer la demanda de crudo que se espera hasta 2040, la OPEP asegura que serán necesarias inversiones por un volumen de 10.500 millones de dólares en el sector petrolífero.
La organización explica la caída de la demanda del combustible fósil en la OCDE por el “endurecimiento de las políticas energéticas dirigidas a la eficiencia energética” y una “penetración significativa del coche eléctrico en la región”. Pero estos factores no serán suficientes para compensar el incremento del consumo en China o India, donde el número de barriles diarios aumentará en unos seis millones, en ambos casos.
La demanda dentro de cinco años
En cuanto a sus previsiones a medio plazo, para los próximos cinco años, la OPEP ha elevado sus presiones, a pesar del impulso de las políticas energéticas que promueven combustibles más limpios.
Pronostica que el consumo mundial diario de crudo alcanzará los 102,3 millones de barriles en 2022, lo que supone una revisión al alza de 2,2 millones de barriles respecto a las estimaciones realizadas en 2016.
