Los ocho países implicados en esta estrategia —Arabia Saudí, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán— decidieron iniciar desde abril un ajuste progresivo que recupere parcialmente los 2,2 millones de barriles diarios reducidos voluntariamente desde diciembre de 2024.
El aumento de producción en junio busca equilibrar el mercado sin desestabilizar los precios, según fuentes internas de la OPEP+
En la tabla publicada junto al comunicado se detallan los nuevos niveles de extracción permitidos para junio, entre los que destacan:
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Arabia Saudí: 9,367 millones de barriles diarios (mb/d)
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Rusia: 9,161 mb/d
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Irak: 4,086 mb/d
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Emiratos Árabes Unidos: 3,092 mb/d
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Kuwait: 2,466 mb/d
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Kazajistán: 1,500 mb/d
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Argelia: 928.000 b/d
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Omán: 775.000 b/d
Estas cifras no contemplan compensaciones por sobreproducción previa, lo que podría alterar el balance final de oferta.
Evaluación continua del mercado global
Durante la reunión del 3 de mayo, los ministros de Energía de estos países analizaron las condiciones del mercado global del crudo, en un contexto marcado por la volatilidad geopolítica, la demanda incierta en Asia y la evolución de las reservas estratégicas.
La OPEP+ se volverá a reunir el próximo 1 de junio para decidir si se mantiene o modifica el ritmo de incrementos para julio
Implicaciones para el mercado energético
El ajuste decidido por la OPEP+ es visto como un intento de estabilizar los precios del crudo sin generar tensiones de sobreoferta. Los analistas interpretan este movimiento como una señal de confianza en la recuperación sostenida de la demanda energética global, especialmente en Asia y EEUU.