La ONU pide no olvidarse de Yemen y cifra en 4.300 millones de dólares la ayuda necesaria para 2022

La ONU pide no olvidarse de Yemen y cifra en 4.300 millones de dólares la ayuda necesaria para 2022

Unos 19 millones de personas en Yemen padecerá hambre en los próximos meses.

Menor en las ruinas de una escuela bombardeada en Yemen.

Menor en las ruinas de una escuela bombardeada en Yemen.

Martin Griffiths, secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, ha pedido este martes a la comunidad internacional que se no olvide de la crisis humanitaria que asola Yemen, país que para este año 2022 necesitará un ayuda económica de unos 4.300 millones de dólares.

Unos 19 millones de personas en Yemen padecerá hambre en los próximos meses, ha alertado Griffiths, quien teme que después de siete años de guerra otros conflictos desplacen del foco mediático a la que es ya la mayor crisis humanitaria del mundo.

El hambre, las enfermedades y otros flagelos aumentan en Yemen, sobrepasando los recursos de los organismos humanitarios y se estima que en los próximos meses el número de personas hambrientas crecerá un 20 por ciento más con respecto al año pasado, ha alertado Griffiths ante al Consejo de Seguridad durante la presentación de su informe anual sobre la situación en Yemen.

Las conclusiones del informe confirman que son ya 23,4 millones en Yemen –el 75 por ciento de la población– las que necesitan de manera urgente asistencia humanitaria y alimenticia, por lo que el evento de recaudación de fondos de este miércoles se antoja fundamental para intentar seguir luchando contra esta crisis.

«Aunque el dinero es enormemente importante, el evento no trata sólo de eso», ha querido aclarar el secretario adjunto Griffiths, quien considera dicha cita una buena «oportunidad para que la comunidad internacional muestre que no se ha dado por vencida con Yemen, incluso después de todos estos años».

«Ese es un mensaje importante porque Yemen todavía necesita ayuda urgente», ha subrayado Griffiths, que insiste en no dejar de lado a los habitantes de este país, ahora que son otros conflictos –en clara alusión a Ucrania aunque sin mencionarlo– los que acaparan el foco mediático.

LA MAYOR CRISIS HUMANITARIA DEL MUNDO

Las hostilidades persisten en Yemen y pese a los continuos llamamientos al diálogo y las peticiones de un alto el fuego, se han recrudecido los combates en las regiones de Marib y Hajjah durante las últimas semanas, ha recordado Griffiths.

Solo en 2021, la guerra ha dejado más de 2.500 muertos y heridos entre la población y ha obligado a unas 300.000 personas a huir de sus hogares, elevando ya a 4,3 millones los desplazados desde 2015. Todo ello, ha explicado, ha generado un «colapso económico» que ha empujado a numerosas familias a la indigencia.

«El panorama es sombrío», ha vaticinado Griffiths, ya que la situación actual dificulta que Yemen, que depende en hasta un 90 por ciento de las importaciones, pueda tener acceso a alimentos, combustible y otros bienes esenciales.

«Alrededor de un tercio del trigo de Yemen proviene de Rusia y Ucrania, donde el conflicto actual puede restringir la oferta e incrementar los precios de los alimentos, que ya el año pasado se duplicaron», ha contado.

A su vez, Griffiths ha lamentado las peligrosas condiciones sobre las que tienen que llevar a cabo sus tareas los trabajadores humanitarios, poniendo como ejemplo a los dos funcionarios de Naciones Unidas que permanecen detenidos por las autoridades huthis desde noviembre del año pasado, así como las trabas burocráticas y otros obstáculos que dificultan estas labores de ayuda.

Por último, Griffiths ha vuelto a insistir a la comunidad internacional que no baje los brazos con Yemen, pues los 14.000 millones de dólares en ayuda humanitaria que se ha repartido hasta el momento de 2015 caerían en saco roto.

Esa ayuda, ha destacado, «ha evitado una hambruna masiva en varias ocasiones y ha permitido mantener estables las tasas de mortalidad y morbilidad durante el conflicto». Sin embargo, «los logros alcanzados están ahora en peligro» debido a la «escasez alarmante» de fondos de las agencias humanitarias.

La comunidad internacional «debe demostrar que estar fuera de los titulares no significa quedarse atrás», ha enfatizado de nuevo. «Esperamos generosas donaciones y rápidos desembolsos en el evento de mañana», así como «inversiones a largo plazo» para conseguir «de una vez por todas» la paz en Yemen.

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