«Hay alrededor de 1,8 millones de personas que están desplazadas ahora, incluidas casi 630.000 en refugios que en su mayoría están llenos al 150% de su capacidad como mínimo», declaró Hastings durante una rueda informativa este viernes.
La representante de la ONU estimó entre 300.000 y 400.000 la cifra de civiles que se han quedado en el norte de Gaza y también necesitan ayuda humanitaria.
Uno de cada tres hospitales gazatíes ha cerrado, según Hastings, al igual que dos de cada tres clínicas de asistencia primaria, o bien por los daños que han sufrido durante bombardeos israelíes o bien debido a la escasez de combustible.
Este viernes se espera la llegada al enclave de unos ocho camiones con ayuda humanitaria, en adición a unos 74 que entraron en Gaza a través del cruce fronterizo de Rafah desde el 21 de octubre. Previamente al ataque del 7 de octubre, recordó Hastings, Gaza recibía unos 450 camiones diariamente.
Durante la conferencia de prensa, Hastings insistió en la incondicionalidad de los aspectos humanitarios. Los más de 220 rehenes cautivos en Gaza deben ser liberados de forma inmediata e incondicional, subrayó; también la ayuda humanitaria debe llegar a los civiles sin condiciones algunas.
