La OCDE recorta drásticamente las previsiones de crecimiento para la eurozona

Macroeconomía

La OCDE recorta drásticamente las previsiones de crecimiento para la eurozona

La organización recorta en nueve décimas la previsión de crecimiento para Alemania y avisa de que Italia caerá en recesión.

Banderas de la Union Europea

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha anunciado hoy una rebaja de ocho décimas en la previsión de crecimiento de la economía de la eurozona para 2019, que se sitúa ahora en el 1%. Pare el próximo ejercicio augura que el PIB crezca un 1,2%.

El organismo que preside Ángel Gurría recorta también, aunque en menor medida –dos décimas- el pronóstico para la economía mundial, que crecería un 3,3% en 2019 y un 3,4% en 2020. Las perspectivas y proyecciones abarcan todas las economías del G20. Las revisiones a la baja son “particularmente significativas” para la zona del euro, especialmente para Alemania e Italia, así como para Reino Unido, Canadá y Turquía, explica la OCDE.

En lo que se refiere a los países de la eurozona, la OCDE ha revisado en nueve décimas la previsión de Alemania para 2019, hasta el 0,7%, mientras que espera que Italia se contraerá un 0,2%, muy lejos del crecimiento del 1,1% previsto anteriormente. Francia, por su parte, crecerá este año un 1,3%, tres décimas menos de lo esperado hasta ahora.

En su informe de hoy la OCDE no ofrece nuevas perspectivas para España. El pasado mes de noviembre la organización recortó las previsiones para el país hasta un crecimiento este año de un 2,2%, frente al 2,4% anterior. Para 2020 espera un crecimiento del PIB del 1,9%.

“La economía mundial se enfrenta a vientos en contra cada vez más fuertes”, ha señalado el economista jefe de la OCDE, Laurence Boone. “Una desaceleración más pronunciada en cualquiera de las principales regiones podría hacer descarrilar la actividad en todo el mundo, especialmente si se extiende a los mercados financieros. Los gobiernos deben intensificar el diálogo multilateral para limitar los riesgos y coordinar las acciones políticas para evitar una nueva recesión”, ha añadido Boone.

En su informe, la OCDE pide a los bancos centrales que sigan prestando su apoyo, pero subraya que la política monetaria “por sí sola no puede resolver la desaceleración en Europa ni mejorar las perspectivas de crecimiento a medio plazo”. “Un nuevo estímulo fiscal coordinado en los países europeos con un bajo nivel de deuda, junto con la renovación de las reformas estructurales en todos los países de la eurozona, darían un nuevo impulso a la recuperación del crecimiento, impulsaría la productividad y estimularía el crecimiento salarial a medio plazo”.

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