La locomotora de Europa no arranca: economistas y patronales alertan sobre la difícil situación económica de Alemania

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La locomotora de Europa no arranca: economistas y patronales alertan sobre la difícil situación económica de Alemania

Muchos expertos auguran una recesión para el conjunto de 2023, previsión que diversas cifras conocidas hoy parecen confirmar.

Puerta de Brandeburgo (Berlín, Alemania)

Puerta de Brandeburgo (Berlín, Alemania)

La elevada inflación, la caída del consumo y el debilitamiento de la demanda mundial han abocado al estancamiento a la economía alemana en el segundo trimestre y muchos expertos auguran una recesión para el conjunto de 2023, previsión que diversas cifras conocidas hoy parecen confirmar.

La mayor economía europea “sigue en un estado crepuscular entre el estancamiento y la recesión”, afirmó Carsten Brzeski, economista jefe del banco ING, quien añadió que el crecimiento cero confirmado hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis) para el segundo trimestre no ayuda precisamente a acallar el debate sobre si Alemania es el «enfermo de Europa», una pregunta que planteaba la revista británica The Economist en su último número, en alusión a una portada similar a principios del milenio.

Aunque la economía alemana consiguió dejar atrás la recesión técnica, la obstinada inflación pesa sobre los consumidores y frena el consumo. La buena noticia es que, aunque no se recuperó, al menos el consumo privado no siguió cayendo tras los descensos del invierno. Las empresas incluso invirtieron algo más en maquinaria y vehículos. Corregidos los efectos de los precios, estacionales y de calendario, las inversiones en construcción aumentaron un 0,2%.

DÉBIL DEMANDA EXTERIOR

Al mismo tiempo, Alemania, como país fuerte en exportaciones, sufre la debilidad de la demanda exterior. Las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 1,1% respecto al trimestre anterior, en tanto que las importaciones se estancaron.

«Mientras que el entorno económico mundial siga siendo débil y las tasas de inflación se sitúen en niveles relativamente altos, la economía alemana seguirá teniendo problemas», afirmó Thomas Gitzel, economista jefe del VP Bank.

PRÓXIMO PAQUETE DE ESTÍMULO

Tras conocerse los datos, el ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, dijo que considera necesaria la actuación del Gobierno federal. «Tenemos que eliminar las barreras a la inversión, despejar la jungla de burocracia y ponérselo más fácil a los empresarios», declaró el político del partido Los Verdes.

Alemania no puede seguir poniéndose obstáculos a sí misma, destacó. El Gobierno abordará un posible paquete de estímulo en una reunión a puertas cerradas los próximos martes y miércoles.

El clima empresarial siguió deteriorándose en agosto en el país, con una caída del índice que elabora el Instituto Ifo por cuarto mes consecutivo. «El periodo de vacas flacas de la economía alemana se prolonga», comentó el presidente del Ifo, Clemens Fuest, sobre el resultado de la encuesta entre unas 9.000 empresas.

«Nuestro país ya no es una locomotora de crecimiento, sino un freno, y eso que es la mayor economía de Europa», dijo a dpa el presidente de la Cámara de Industria y Comercio Alemana (DIHK), Peter Adrian. «La tarea consiste en invertir la tendencia».

Por su parte, Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica, ha defendido en una entrevista con la revista Spiegel que Alemania “ha vivido una década dorada económicamente y ahora es muy competitiva a escala mundial», al tiempo que ha advertido de que “podría volver a convertirse en el enfermo de Europa si no utiliza ahora sabiamente sus puntos fuertes para avanzar con decisión en la transformación ecológica, digital y económica”.

LA ADVERTENCIA DE LAS ASOCIACIONES EMPRESARIALES

Diversas asociaciones empresariales también han alertado sobre la difícil situación de la economía germana. «Nuestro país ya no es una locomotora de crecimiento, sino un freno, y eso que es la mayor economía de Europa», dijo a dpa el presidente de la Cámara de Industria y Comercio Alemana (DIHK), Peter Adrian. «La tarea consiste en invertir la tendencia».

«Alemania es la economía más importante de Europa, eso sigue siendo cierto. Pero llevamos años cometiendo el error de dormirnos en los laureles», criticó Ralf Wintergerst, presidente de la entidad de empresas de informática Bitkom.

AUMENTO DEL DÉFICIT PRESUPUESTARIO

Según la experta económica Veronika Grimm, una de los llamados «Cinco Sabios» que asesoran al Gobierno alemán, Alemania ha afrontado bien las crisis sucesivas de los últimos años.

Al igual que durante la pandemia, el Estado gastó miles de millones en ayudas a causa de la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania para aliviar a empresas y ciudadanos. Sin embargo, esto generó agujeros en el presupuesto nacional: según datos preliminares, el Estado gastó 42.100 millones de euros más de lo que ingresó (45.400 millones de dólares) durante el primer semestre del año.

Respecto del PIB, el déficit del gobierno federal, los estados federados, los municipios y la seguridad social se sitúa en un 2,1%, dentro de los máximos permitidos por la Unión Europea, pero muy superior al 0,3% del primer semestre de 2022.

Según Grimm, no es probable que las cargas financieras disminuyan, porque el país tiene muchas tareas por delante de las que no se debería «hablar en voz baja». Entre ellas la dependencia de China en comercio y materias primas, la reestructuración del suministro energético y la escasez de trabajadores cualificados.

EL VASO MEDIO LLENO

Mientras, el banco estatal de desarrollo KfW dio algún rayo de esperanza para los próximos trimestres. «Hay perspectivas de una recuperación económica impulsada por el consumo a partir de otoño (europeo), aunque con mucho viento en contra», afirmó Fritzi Köhler-Geib, economista jefe del KfW.

Además, señaló, la cartera de pedidos sigue siendo elevada en muchas empresas, por lo que al menos la producción «Made in Germany» no se está paralizando.

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