El proyecto de las obras implica la tala de 1.027 árboles, “la mayoría”, destacan desde Ecologistas en Acción, “ejemplares adultos y sanos y la destrucción de siete zonas verdes a lo largo del trazado de la futura línea 11”. Sin embargo, recuerdan que el proyecto original implicaba la pérdida “de tan sólo 67 árboles, de acuerdo a la Declaración de Impacto Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad”.
“Esto se debe a la decisión unilateral de la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid de trasladar las infraestructuras asociadas al proyecto a áreas ajardinadas para no afectar a la vía pública, siendo notable la relocalización de la estación de Madrid Río en pleno Parque de Arganzuela y la concentración de las afecciones por la tuneladora en los Parques de Comillas y Darwin”, afirman los ecologistas en una nota.
Desde esta organización lamentan la decisión de la justicia, aunque dejan claro que “la batalla no está perdida”, ya que el recurso contencioso-administrativo “sigue en marcha”. Los ecologistas, con el apoyo de las asociaciones vecinales, continúan con la demanda y el procedimiento de fondo. Y lo hacen, aseguran, porque “existen pruebas documentales suficientes para argumentar la ilegalidad de las obras en marcha y apelan al TSJM a ponerse del lado de los intereses ciudadanos y reconozcan la necesidad de modificar el proyecto para asegurar la supervivencia del mayor número posible de árboles”.
En los últimos meses se han sucedido multitudinarias concentraciones en protesta contra el proyecto actual y este miso viernes está prevista otra protesta “ante la permisividad” de los tribunales.