La recuperación de la inversión en España se afianza en 2024, superando incluso las cifras registradas antes de la crisis de la COVID-19. El reciente informe elaborado por la Fundación BBVA y el Ivie detalla cómo el respaldo de la Unión Europea, a través de los Fondos Next Generation EU, ha sido determinante para este despegue, especialmente en las partidas de inversión pública. Sin embargo, el sector privado, que continúa representando el 90% del total, no logra todavía situarse por encima de los registros anteriores a la pandemia.
La inversión total y el papel de la financiación europea
El estudio refleja que la inversión total alcanzó los 306.748 millones de euros en 2024, lo que supone un incremento del 2,1% en términos reales respecto al año anterior. De esa cifra, la inversión pública suma 34.868 millones, un 5,9% más que en 2023, impulsada en gran medida por los Fondos Next Generation EU. Esto implica un aumento cercano al 40% desde 2019.
La inversión pública alcanza los 34.868 millones de euros, marcando un crecimiento del 5,9% gracias a la financiación europea
Mientras tanto, la inversión privada, aunque crece un 1,7%, se sitúa un 3,5% por debajo de los niveles de 2019. De esta forma, el esfuerzo inversor en 2024 supone el 19,3% del PIB, un dato que se mantiene un 5% por debajo del de 2019.
Crecimiento desigual en las infraestructuras
El informe señala que la inversión en infraestructuras ocupa apenas el 5,3% del total invertido. Pese a experimentar un aumento del 34,7% desde 2019, aún se encuentra lejos de los máximos registrados en 2009 (un 63% por debajo) y del nivel de 1995 (un 17,6% por debajo).
El repunte en infraestructuras no compensa el gran desplome de años anteriores: sigue un 63% por debajo de su pico en 2009.
En el caso de las infraestructuras viarias, la caída fue muy pronunciada, hasta un 56,3% menos entre 2010 y 2018. Pese a los ligeros repuntes, en 2024 se registra un incremento mínimo del 0,7%, situándose en 5.071 millones de euros. Por su parte, las infraestructuras ferroviarias muestran un patrón de rápida subida hasta 2009 y una posterior caída cercana al 70%, con una recuperación del 35,7% tras la pandemia, alcanzando los 4.322 millones de euros en 2024.
El desplome de la inversión hidráulica y sus consecuencias
Una de las cifras más significativas es la de la inversión en infraestructuras hidráulicas, que cae un 42% entre 1995 y 2024, concentrando su mayor descenso en el periodo 2009-2018, cuando se redujo un 75%. Aunque en 2024 presenta un leve crecimiento del 2,4%, apenas llega a los 2.695 millones de euros y se mantiene un 42% por debajo del nivel de 1995.
El retroceso en infraestructuras hidráulicas repercute en la menor capacidad de respuesta ante fenómenos como las inundaciones.
De hecho, desde el Ivie advierten que esta carencia puede afectar a la gestión de fenómenos climáticos extremos, reduciendo la resiliencia de las zonas afectadas.
Lento avance del capital y capacidad instalada
El stock de capital en España avanza un 1,4% en 2024, un ritmo calificado de “bajo, pero positivo” por la Fundación BBVA y el Ivie. Este incremento gradual sitúa el capital un 27% por encima de los registros de 2007, si bien el ritmo de crecimiento se ha ralentizado tras la crisis inmobiliaria. En cuanto a la capacidad instalada, el estudio indica que en 2023 se situó en el 81,8%, mientras que el porcentaje de capital no utilizado en el sector manufacturero (23,1%) y en servicios (12,7%) se mantiene por encima de la media europea.