En un contexto de incertidumbre energética y desaceleración de la demanda global, el dato de julio apunta a una menor tensión en el tejido productivo. No obstante, la industria mantiene la tendencia positiva iniciada en junio, tras varios meses con tasas negativas.
La energía, clave en la moderación de los precios
La evolución del índice se explica fundamentalmente por la energía, que recortó su tasa interanual en 2,5 puntos, hasta situarse en el 1,5%. El menor encarecimiento de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica en comparación con julio de 2024 fue decisivo en esta reducción.
En paralelo, los bienes de consumo no duradero elevaron su tasa en cuatro décimas, hasta el -1,5%, impulsados por el repunte de los precios de aceites y grasas vegetales.
La diferencia entre el índice general y el que excluye la energía resulta notable: el IPRI sin energía se situó en el -0,5%, ocho décimas por debajo del índice global.
La energía marca el ritmo del IPRI: el índice general resiste en positivo, pero sin este componente la industria se desliza a la baja
Comportamiento mensual: impulso del refino de petróleo
En términos mensuales (julio respecto a junio), los precios industriales registraron un avance del 0,8%. El incremento se apoyó principalmente en el refino de petróleo, que se disparó un 6%, y en la producción y distribución de energía eléctrica, con una subida del 3,2%.
El avance mensual del IPRI se apoya en el repunte del refino de petróleo y de la energía eléctrica
Resumen de la evolución del IPRI
Concepto | Julio 2025 | Comparativa con junio 2025 |
---|---|---|
IPRI general (interanual) | +0,3% | -0,7 puntos |
Energía (interanual) | +1,5% | -2,5 puntos |
IPRI sin energía (interanual) | -0,5% | -0,2 puntos |
IPRI mensual | +0,8% | — |
Refino de petróleo (mensual) | +6% | — |
Energía eléctrica (mensual) | +3,2% | — |
Perspectivas para los próximos meses
El dato de julio refleja un escenario de mayor estabilidad en los precios industriales tras la volatilidad del primer semestre. Sin embargo, la evolución de los mercados energéticos será decisiva en los próximos meses, especialmente ante la posibilidad de nuevas tensiones en el crudo y la electricidad.