La presión inflacionista comienza a dar síntomas de moderación en la zona euro, alcanzando una tasa interanual del 2,3% en febrero, ligeramente por debajo de las previsiones iniciales de Eurostat. A pesar de ello, España no logra reducir su diferencial inflacionario con Europa, manteniendo una subida anual del 2,9%, seis décimas superior a la media europea. Esta situación refleja las diferencias internas entre los países europeos en materia de precios, especialmente marcadas en la energía y los alimentos frescos.
La energía frena su subida en febrero
El precio de la energía registró en febrero una subida interanual de solo un 0,2%, notablemente por debajo del incremento del 1,9% de enero. Esta desaceleración ha sido clave para moderar ligeramente la tasa general de inflación europea.
Alimentos frescos lideran las subidas de precios
En contraste con la energía, los alimentos frescos experimentaron una importante subida anual del 3%, más del doble del incremento registrado en enero (1,4%). Este repunte ejerce presión adicional sobre las economías domésticas europeas.
Los alimentos frescos elevan su coste un 3%, frente al 1,4% del mes previo, contrarrestando parcialmente la moderación de la energía
Bienes industriales y servicios con evoluciones opuestas
Los bienes industriales no energéticos se encarecieron ligeramente hasta el 0,6%, frente al 0,5% anterior. Por otro lado, los servicios moderaron su incremento al 3,7%, frente al 3,9% anterior, alcanzando su menor nivel desde abril de 2024.
Inflación subyacente en mínimos desde 2022
Excluyendo los precios de la energía, alimentos frescos, alcohol y tabaco, la inflación subyacente en la zona euro se situó en febrero en el 2,6%, registrando su nivel más bajo desde enero de 2022. Este indicador es clave para medir la evolución estructural de los precios.
La inflación subyacente, clave para el BCE, baja una décima al 2,6%, mínimo en dos años
Diferencias marcadas entre países de la UE
La inflación mostró notables diferencias dentro de la Unión Europea. Francia (0,9%), Irlanda (1,4%) y Finlandia (1,5%) presentaron las menores tasas, mientras que Hungría (5,7%), Rumanía (5,2%) y Estonia (5,1%) tuvieron las subidas más altas.
España, por encima de la media europea
España, con una inflación armonizada en febrero del 2,9%, mantiene un diferencial desfavorable respecto a la zona euro de seis décimas, aumentando la brecha respecto a enero (cuatro décimas). Esto señala la necesidad de seguir vigilando la evolución de precios en el país.