El Índice de Precios de Consumo (IPC) en Japón aumentó un 3,6% en marzo en comparación con el mismo mes del año anterior, según informó este viernes la Oficina de Estadística del Gobierno nipón. Esta cifra representa una leve desaceleración respecto al 3,7% de febrero, aunque sigue mostrando un crecimiento sólido de los precios en el país asiático.
En términos mensuales, los precios al consumo subieron un 0,3%, lo que contrasta con la caída del 0,4% registrada en febrero. Esta variación sugiere un rebote moderado de la demanda interna y de los precios tras la corrección del mes anterior.
La inflación general en Japón baja una décima interanual en marzo, pero muestra un alza del 0,3% respecto a febrero, lo que indica un nuevo impulso mensual
La inflación subyacente sube al 3,2%, en línea con las previsiones
La llamada inflación subyacente —indicador especialmente seguido por el Banco de Japón al excluir los alimentos frescos— experimentó una aceleración de dos décimas, pasando del 3,0% en febrero al 3,2% en marzo. Esta cifra coincide con el consenso de los analistas consultados por Trading Economics.
En el análisis intermensual, el avance también es significativo: los precios subyacentes crecieron un 0,4% respecto al mes anterior, frente a la caída del 0,1% en febrero.
La inflación subyacente, más representativa del comportamiento estructural de los precios, vuelve a crecer con fuerza, confirmando las expectativas del mercado
¿Qué implicaciones tiene para la política monetaria?
La evolución de la inflación en Japón mantiene la atención sobre las futuras decisiones del Banco de Japón, que ha comenzado a revisar su política ultraexpansiva ante las señales de una inflación más persistente de lo esperado. El incremento en los precios subyacentes podría dar argumentos a favor de nuevas medidas de ajuste monetario.