El índice subyacente, que excluye alimentos y energía por su mayor volatilidad, se mantuvo sin cambios en el 2,8%, el nivel más bajo desde marzo de 2021. El comportamiento de la inflación podría condicionar la política monetaria de la Reserva Federal, que busca equilibrar el control de precios con el crecimiento económico.
La presión de los víveres y la caída de la energía
Los alimentos registraron un encarecimiento del 2,9% en términos interanuales, consolidándose como uno de los motores de la inflación. Por el contrario, los productos energéticos descendieron un 3,5%, aportando un alivio parcial al conjunto del IPC.
En términos mensuales, el IPC general se moderó al 0,1%, tras un aumento del 0,2% en abril. La tasa subyacente, por su parte, también se ralentizó hasta el 0,1%.
El dato de mayo podría frenar o posponer la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal, ya que la inflación subyacente sigue por debajo de las expectativas del mercado
Aranceles de Trump y expectativas del mercado
La lectura de mayo se produce en un momento en el que los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump han generado incertidumbre en los mercados. El impacto de estas medidas proteccionistas podría tener un efecto sobre el comercio internacional y la evolución de los precios en EEUU en los próximos meses.
La Reserva Federal deberá sopesar estos factores en su próxima reunión, prevista para finales de junio, en la que podría decidir mantener sin cambios los tipos de interés o introducir ajustes graduales.