En cifras armonizadas, utilizadas por Eurostat en sus estadísticas, la tasa de inflación de Alemania en diciembre fue del 9,6% interanual, lo que situó el promedio del conjunto de 2022 en el 8,7%.
«La tasa de inflación interanual históricamente alta se debió principalmente a los aumentos extremos de los precios de los productos energéticos y los alimentos desde que comenzó la guerra en Ucrania», dijo Ruth Brand, presidenta de la Oficina Federal de Estadística.
«Los efectos relacionados con la crisis y la guerra, como cuellos de botella en las entregas y aumentos significativos de precios en las etapas iniciales del proceso económico, fueron característicos de todo el año», destacó Brand, para quien, a pesar de que estos aumentos de precios no se repercutieron por completo, los consumidores tuvieron que pagar considerablemente más, especialmente por la energía y los alimentos.
Asimismo, apuntó que las tasas de inflación inusualmente altas en 2022 se mitigaron en parte con medidas de alivio como la introducción del billete de 9 euros en el transporte público, el descuento de combustible, la reducción del IVA en gas y calefacción urbana y el pago único de la factura de gas y calefacción del mes de diciembre.
En 2022, los precios de los productos energéticos aumentaron un 34,7% interanual, tras un aumento del 10,4% en 2021. De este modo, excluyendo los precios de la energía, la tasa interanual del IPC en 2022 habría sido solo del 4,9%.
A su vez, los precios de los alimentos aumentaron un 13,4% en 2022 en comparación con 2021, cuando la tasa fue del 3,2%.
De tal modo, la tasa interanual del IPC, excluidos la energía y los alimentos, fue del 4% en 2022, que es casi la mitad de la tasa de inflación general.
