De su lado, el índice subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, cerró el tercer mes de 2025 con un incremento del 2,8%, tres décimas menos y su menor marca desde marzo de 2021.
Por su parte, los víveres se encarecieron un 3% interanual, mientras que los productos energéticos fueron en marzo un 3,3% más baratos que doce meses antes, según Europa Press.
En tasas mensuales, la variable general del IPC cayó una décima frente a la subida de dos décimas de febrero, al tiempo que la subyacente se moderó una décima, hasta el 0,1%.
Las lecturas de marzo podrían facilitar la normalización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), ya que tanto el dato general como el subyacente apuntarían a un desenquistamiento de la inflación.