La inflación de Alemania escala al 2,4%, su mayor nivel desde octubre de 2018

Macroeconomía

La inflación de Alemania escala al 2,4%, su mayor nivel desde octubre de 2018

El incremento se ha debido a un incremento generalizado de los precios, especialmente de los energéticos.

Puerta de Brandeburgo (Berlín, Alemania)

Puerta de Brandeburgo

El índice de precios al consumo armonizado de Alemania se ha situado en este mes de mayo en el 2,4 por ciento, lo que supone el mayor incremento interanual de precios registrado en el país desde octubre de 2018, según la primera estimación del dato que ha publicado este lunes la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

El incremento se ha debido a un incremento generalizado de los precios, especialmente de los energéticos. Los bienes se han encarecido en el quinto mes del año un 3,1 por ciento respecto al mismo mes de 2020, frente al incremento del 2,6 por ciento observado en abril. De su lado, los servicios han elevado sus precios un 2,2 por ciento, seis décimas más que en el mes precedente.

Mientras que los alimentos únicamente se han encarecido un 1,5 por ciento en mayo, cuatro décimas menos que en abril, los precios energéticos han subido un 10 por ciento, frente al incremento del 7,9 por ciento observado en el cuarto mes del año.

El IPC no armonizado se ha situado en mayo en el 2,5 por ciento, lo que supone el mayor incremento registrado desde septiembre de 2011. La variación mensual armonizada ha sido del 0,3 por ciento, mientras que la no armonizada ha sido del 0,5 por ciento.

El economista jefe de ING, Carsten Brzeski, ha asegurado que el incremento de precios en Alemania podría llegar a situarse en el 3 por ciento y el 4 por ciento en la segunda mitad del año, lo que «hará más complicadas las cosas» al Banco Central Europeo (BCE).

La entidad monetaria tiene por objetivo alcanzar un nivel de precios cercano, pero por debajo del 2 por ciento. Y aunque en el conjunto de la eurozona no se haya llegado a ese nivel, la apreciación en algunos países como Alemania hará que el BCE no pueda evitar «por mucho tiempo» la conversación sobre la reducción de sus compras de activos, según el economista.

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