Inteligencia Artificial

La IA podría generar emisiones de Co2 comparables a las de Nueva York

Un estudio alerta del impacto ambiental de la inteligencia artificial y denuncia la falta de transparencia de las grandes tecnológicas.

Inteligencia Artificial emitiendo Co2
Inteligencia Artificial emitiendo Co2

La expansión acelerada de la inteligencia artificial (IA) podría elevar su impacto ambiental hasta niveles comparables a los de grandes ciudades y países europeos en 2025, según un estudio reciente que analiza el consumo energético y de agua de los centros de datos.

El informe estima que los sistemas de IA podrían generar entre 32,6 y 79,7 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2025, además de consumir hasta 764.600 millones de litros de agua, un volumen equiparable al consumo anual mundial del sector del agua embotellada.

El análisis subraya que la opacidad informativa de las grandes tecnológicas dificulta medir con precisión el alcance real de este impacto, en un contexto de fuerte crecimiento de la infraestructura digital.

Las emisiones asociadas a la IA podrían situarse en 2025 al nivel de grandes ciudades y países europeos

Emisiones de CO₂ al nivel de Nueva York o Noruega

Los centros de datos que alojan sistemas de IA, esenciales para la nube, el streaming y los modelos avanzados de aprendizaje automático, concentran un elevado consumo energético. Según el estudio, su huella de carbono podría situarse en una horquilla muy amplia en función de la demanda y de la mezcla energética utilizada.

En el escenario más alto, la IA alcanzaría 79,7 millones de toneladas de CO₂ en 2025, una cifra comparable a las emisiones totales de la ciudad de Nueva York, estimadas en 52,2 millones de toneladas en 2023. En el extremo inferior, con 32,6 millones de toneladas, el impacto sería similar al de Noruega, que emitió 31,5 millones de toneladas de CO₂ en 2023, según la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Comparación de emisiones anuales de CO₂

Territorio o actividad Emisiones de CO₂
IA global (estimación 2025, mínimo) 32,6 millones de toneladas
IA global (estimación 2025, máximo) 79,7 millones de toneladas
Ciudad de Nueva York (2023) 52,2 millones de toneladas
Noruega (2023) 31,5 millones de toneladas

Los autores destacan que el crecimiento de la IA está directamente ligado a la multiplicación de centros de datos, que requieren grandes cantidades de electricidad para operar de forma continua.

La refrigeración de los centros de datos dispara el uso de agua directa e indirectamente

Un consumo de agua equivalente al del agua embotellada

Además de la energía, el informe pone el foco en la huella hídrica de la IA, un indicador todavía menos visible. Los servidores generan grandes cantidades de calor y, en muchos casos, dependen de sistemas de refrigeración por agua para mantener la estabilidad operativa.

El estudio calcula que la IA podría consumir en 2025 entre 312.500 y 764.600 millones de litros de agua, sumando tanto el uso directo en refrigeración como el consumo indirecto asociado a la generación de electricidad.

Este volumen es comparable al consumo anual mundial de la industria del agua embotellada.

Huella hídrica estimada de la IA en 2025

Concepto Volumen
Consumo total de agua de la IA 312.500 – 764.600 millones de litros
Uso directo (refrigeración) Minoritario
Uso indirecto (electricidad) Hasta 4 veces el uso directo

El informe subraya que el uso indirecto de agua puede ser hasta cuatro veces superior al directo, aunque este dato apenas se refleja en los informes corporativos de las empresas tecnológicas.

La menor intensidad de carbono de la red eléctrica europea reduce la huella de los centros de datos

Europa parte con ventaja energética

Europa alberga aproximadamente el 15% de los centros de datos del mundo, frente al 45% de Estados Unidos, según el Foro Económico Mundial. Sin embargo, el informe destaca que la región cuenta con una red eléctrica considerablemente más limpia.

La intensidad de carbono media en Europa se sitúa en torno a 174 gCO₂/kWh, muy por debajo de la media mundial (445 gCO₂/kWh) y también inferior a la de EEUU, que alcanza 321 gCO₂/kWh.

Esta diferencia implica que los centros de datos europeos generan menos emisiones por cada kilovatio hora consumido, lo que reduce parcialmente el impacto climático de la expansión de la IA en la región.

Ninguna gran tecnológica publica métricas ambientales específicas sobre la IA

Falta de transparencia de las grandes tecnológicas

El estudio analizó los informes ambientales de 11 grandes empresas tecnológicas, entre ellas Amazon, Apple, Google, Meta y Microsoft, y detectó carencias sistemáticas de información. Ninguna de las compañías revisadas publica métricas específicas sobre el impacto ambiental de sus sistemas de IA.

La investigación utilizó un enfoque descendente, combinando datos públicos de sostenibilidad con estimaciones de demanda eléctrica de la IA y factores de intensidad de las redes eléctricas. No obstante, su autor, Alex de Vries-Gao, advierte de una incertidumbre significativa, ya que las empresas no diferencian entre computación de IA y otras cargas de trabajo.

Aunque sin desglosar cifras, compañías como Google, Meta y Microsoft sí reconocieron aumentos relevantes en su consumo eléctrico en 2023 y 2024, atribuyendo este crecimiento al despliegue de sistemas de IA.

Llamamiento a nuevas obligaciones de información

El informe reclama políticas públicas más estrictas que obliguen a divulgar métricas ambientales adicionales, como la localización de los sistemas de IA, la escala de las operaciones por centro de datos y los indicadores de eficiencia en el uso del agua (WUE).

Según el estudio, sin una mayor transparencia será difícil gestionar de forma responsable el impacto ambiental de una tecnología cuyo despliegue avanza a gran velocidad y ya empieza a reflejarse en las emisiones globales y en el consumo de recursos hídricos.

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