Díaz ha defendido que los jóvenes que no necesitan esta ayuda por tener un nivel de renta muy elevado son “pocos” y que la universalidad es la clave de su “éxito”, como ocurre con la sanidad pública porque garantiza su ingreso a todos, especialmente a la mayoría que necesita ese apoyo económico.
Desde la cuenta oficial de Twitter de Sumar han difundido unos datos sobre la herencia universal y apuntan que casi 2,5 millones, concretamente 2.442.000 jóvenes entre 18 y 23 años, serían las personas que podrían recibir esta ayuda para emprendimiento, formación e inserción laboral.
Por otro lado y en declaraciones a TVE, recogidas por Europa Press, Díaz ha replicado a las críticas de la titular de Economía, Nadia Calviño, a su iniciativa que lo “irresponsable es no hacer nada” con los jóvenes de su país, dado que ahora un gran problema del país es la “falta de igualdad de oportunidades”
De esta forma, la también vicepresidenta segunda ha indicado que el planteamiento de la herencia universal es “muy sencillo”, pues el importe de 20.000 euros al que tendrán derecho los jóvenes con la mayoría de edad se va a financiar con un impuesto ambicioso a las grandes fortunas.
Ayer precisamente la candidatura desgranó que el gasto público para el despliegue de esta ayuda ronda los 10.000 millones de euros, el equivalente al 0,8% del PIB, que saldrá de ese gravamen a las rentas altas, por lo que la herencia universal es una medida de redistribución de riqueza.
Medio millón de jóvenes
También ha calculado que en caso de que la herencia universal entrara en vigor este mismo año, unos 500.000 jóvenes tendrían derecho a la herencia universal, el año que viene (2024) serían 490.000 y a lo largo de la legislatura el alcance sería de casi dos millones de personas.
La candidata de Sumar a la Presidencia del Gobierno también ha puesto algunos ejemplos de la utilidad esa transferencia de 20.000 euros, como el caso de los jóvenes que quieren acceder a juez y tienen que estar cinco años preparándose unas oposiciones o para evitar que se abandonen estudios universitarios por motivos económicos.
En consecuencia, ha reivindicado que la finalidad de la herencia universal es “acabar con una brecha de desigualdad” y evitar que, por ejemplo, emprender un negocio que hoy es “difícil” para los jóvenes no dependa de los “apellidos o padres que uno tenga”.
Según el planteamiento de Sumar, la herencia universal repercutirá en los jóvenes que, en el momento de su puesta en marcha, cumplan 23 años o tengan una franja inferior con mayoría de edad.
La idea es desplegar desde la administración una oficina de asesoramiento que ayude a los beneficiarios de la iniciativa a decidir en qué emplean ese dinero. Además, Sumar incide en que la universalidad garantiza que el despliegue de la herencia universal sea sencillo, sin que se vea mermada por una burocracia innecesaria.
