La futura Ley Trans a cuestión

Ley Trans

La futura Ley Trans a cuestión

Dirigentes históricas del PSOE critican la ley impulsada por Irene Montero

Banderas trans

El Ministerio de Igualdad de Irene Montero tiene entre sus planes la elaboración de una nueva Ley Trans, trece años después de que se regulará la situación de este colectivo en España por última vez. Este futuro proyecto ha contado con asociaciones trans como Federación Plataforma Trans y además, parte de una consulta pública, que recibió, según fuentes del ministerio, 60.000 mensajes, de los cuáles el 96% eran de apoyo. Sin embargo, en los medios y en las redes sociales se han alzado voces discordantes con la ley.

Poner final a la patologización de las identidades trans mediante el fin del requisito de la hormonación para cambiar su identidad en el registro es una de las medidas más importantes que contempla el texto inicial. A lo que se suma la inclusión de los menores de edad y de las personas no binarias en la ley.

“Es un texto que nace de la participación abierta y activa de todos los colectivos trans del estado español y de las asociaciones de familias”, determina la presidenta de la Federación Trans, Mar Cambrollé. En la federación invitaron a las plataformas a sugerir y opinar sobre el tema para tener un amplio consenso. Una vez elaborado el proyecto, Unidas Podemos lo presentó en el registro el 23 de febrero de 2018 y hoy es uno de las reivindicaciones principales del ministerio de Irene Montero.

Desde el Partido Socialista, socio de gobierno de Unidas Podemos, se han visto voces discordantes de dirigentes históricas feministas como Ángeles Álvarez o Amelia Valcárcel respecto a la ley. Para ellas, el género es “una construcción jerárquica de los estereotipos sexuales” que fundamenta la desigualdad de las mujeres.

“Observamos con preocupación cómo, en lugar de rechazar tales estereotipos, se pretende presentarlos como una opción elegible, sin impugnar el sustrato de poder que conllevan. La expresión “género sentido” o “sexo sentido” aluden a algo esencializado y subjetivo, inverificable en sus consecuencias jurídicas, más allá del sentimiento interno”, denunciaban en una carta que le remitieron a Pedro Sánchez.

Las socialistas que la firmaban creen que no se puede hablar de autodeterminación de género como ejercicio de la libre voluntad: “Pretender que el ser mujer u hombre es una mera elección desdibuja la realidad material del sexo, justo aquello que determina el género en que se nos socializa”.

“Minimizar los condicionantes que el sexo comporta, sobre todo de opresión para las mujeres, secularmente utilizadas como objetos sexuales y reproductivos, (prostitución y vientres de alquiler), es hacerle el juego a la visión patriarcal y misógina, así como perpetuar dicha opresión”, establecen en la misiva al presidente.

Las críticas vertidas desde que se comenzó a hablar del proyecto, para las asociaciones trans responden al discurso de odio, ya instaurado hacia ellas. Aunque la vicepresidente de Euforia, Saida García, valora que el apoyo de la sociedad a la ley es absoluto e histórico.

Por su parte desde la Asociación Rebelión Feminista, la cual se declara una “organización de feminismo inclusivo”, considera que la reprobación hacia la ley proviene de la deriva trans-excluyente de una parte del movimiento feminista. “Lleva unos años en auge y cada vez es más violento con la vida de las personas trans, no solo se queda en una violencia teórica, sino que el acoso y la violencia ha aumentado considerablemente”, explica la asociación.

“Tenemos compañeras que han visto imágenes suyas desnudas en redes sociales republicadas por cuentas de odio, únicamente para hacerla body-shaming, o la misma compañera ha visto su perfil de Tinder colgado en Twitter con la intención de humillarla”, denuncia Rebelión Feminista.

Para Cambrollé estos discursos en redes sociales contra las identidades trans son “la antesala del delito del odio”: “Estoy harta de ver en las redes sociales como se nos dice a las mujeres trans que somos presuntas violadoras o como se nos trata como señores pintados. Cada minuto que pasa es un minuto tarde y esta escalada de vejaciones tiene que cortarse ya. Las personas transexuales llevamos cuarenta años esperando que la democracia nos proteja y nos haga iguales al resto de la ciudadanía. Vivir con miedo en un estado de derecho significa que la democracia hace aguas”.

Autodeterminación de género y despatologización de las identidades trans

La nueva ley del Ministerio de Igualdad permitirá la autodeterminación de género, es decir, permitir el cambio de género en el registro sin tener que hormonarse dos años y tener un certificado de salud mental, requisitos que actualmente pide el ordenamiento jurídico.

Mar Cambrollé opina que la obligatoriedad de la hormonación es una “esterilización química forzosa”. “También tenemos que acreditar que no somos enfermas mentales y eso es altamente discriminatorio”, concreta. La Asociación Rebeldía Feminista añade que estos trámites suman más violencia a sus vidas, ya de por sí violentadas: “Es un instrumento de dominación hacia la disidencia”.

“Que se considere una patología supone una vulneración de los derechos humanos de las personas tras. Es no reconocerte tu identidad”, detalla Saida García. Para ella, la ley debería garantizar que el cambio de sexo en el registro sea un procedimiento administrativo, rápido y gratuito, ya que actualmente pueden pasar muchos meses hasta que el cambio sea efectivo.

La ley respecto a los menores trans

En 2007 no se contempló a los menores de edad transexuales en el ordenamiento jurídico, los cuales tendrían que esperar a cumplir los dieciocho para ver reconocida su identidad. Sin embargo, algunas comunidades autónomas han ido legislando y ya es posible en ellas el cambio registral siendo menor. Las asociaciones piden que con el proyecto del Ministerio se equiparé la ley a todas las comunidades autónomas, para que todos los menores de edad sean iguales en el país.

Experimentar con nuestra identidad es parte del desarrollo humano, no tiene nadad de malo”, matiza la Asociación Rebeldía Trans. Para ellas, es necesario que se garantice el desarrollo libre de las infancias trans.

“Las personas menores tienen el mismo derecho a ver reconocida su identidad y deberían contar con una especial protección de sus derechos”, explica la vicepresidente de Euforia: “La nueva ley habla de una protección integral de las menores, de cara a situaciones en las que las familiar no acompañen o no respeten la decisión”.

Reconocimiento jurídico de las personas no binarias

“Las personas trans no binarias existimos y es necesario reconoce de una vez nuestra realidad”, expresan desde Rebeldía Feminista sobre el reconocimiento jurídico de las personas no binarias. El Ministerio de Igualdad tiene previsto reconocer a aquellas personas que se ubican fuera u oscilan entre los géneros hombre y mujer.

Con ello, valora la asociación que se les podrá brindar respaldo jurídico y derechos humanos a la vida de estas personas. “Que se nos reconozca como reales y se enseñe que existimos. Es esencial para que las futuras generaciones no sigan creciendo desde el rechazo hacia su realidad”, añade.

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