En el manifiesto, los periodistas parlamentarios han denunciado este tipo de situaciones y aseguran que estas personas acreditadas «no respetan unas elementales normas de convivencia». «Incluso nos amenazan con dar a conocer nuestros domicilios», señalan.
La Asociación reconoce que el comportamiento de estas personas dificulta el trabajo y perturba el clima de respeto que debe presidir la necesaria relación con los políticos. «Ese comportamiento repercute directa y negativamente en el derecho constitucional a la información que tiene la ciudadanía», han lamentado.
«Las y los periodistas parlamentarios tenemos la obligación de que se cumpla correctamente el derecho a la información de la ciudadanía aplicando los principios deontológicos de la profesión. Es necesario un trabajo honesto en un clima de respeto mutuo, al margen de la línea editorial de cada medio o la ideología de cada periodista. Así hemos trabajado siempre», enfatizan.
Por todo ello, han mostrado su «rotundo» rechazo a quienes amenazan, insultan y señalan en las redes sociales a los periodistas que defienden que no se obstaculice el trabajo informativo en el Parlamento y reiteran su firme propósito de seguir desarrollando el trabajo informativo con respeto a la deontología profesional, con independencia de la ideología personal y la línea editorial de cada medio.
Asimismo, remarcan la necesidad de que las Mesas del Congreso y el Senado adopten las medidas necesarias para evitar comportamientos inaceptables en el ejercicio del periodismo, sin que con ello conlleve, en absoluto, limitar, restringir o menoscabar el derecho de los medios de comunicación de obtener y difundir información veraz para la ciudadanía.