La falta de mujeres en empresas STEM complica su acceso a los fondos Next Generation

Fondos europeos

La falta de mujeres en empresas STEM complica su acceso a los fondos Next Generation

El Gobierno puntúa más del doble la contratación de mujeres que el proyecto tecnológico en sí

Banderas de la Union Europea

Banderas de la UE

La falta de mujeres en empresas del ámbito STEM -el acrónimo inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas- está dificultando el acceso de estas compañías a los programas del fondo europeo Next Generation EU, según ponen de manifiesto fuentes del sector a este diario.

El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital prima más la contratación de mujeres que, por ejemplo, el desarrollo del 5G. Así se deduce de los criterios de puntuación y concesión de ayudas para acceder a estos fondos.

A pesar de la complejidad técnica que exigen estos proyectos, el impacto socioeconómico tiene el mismo peso que la innovación tecnológica, según la información a la que ha tenido acceso El Boletín a partir de un caso real en el que se planteaba tanto el desarrollo del 5G como del 6G en España.

Este concepto consta de cinco apartados, de los cuales tres son la reducción de la brecha de género, el impacto en la transición ecológica y huella de carbono, y el impacto en el empleo. Todos estos aspectos globalmente puntúan 30 puntos sobre 100, exactamente lo mismo que la tecnología, a pesar de no tener relación con el objeto de un proyecto de 5G avanzado. De este modo, muchas empresas se quedan fuera del acceso a fondos creados expresamente para este desarrollo tecnológico.

Normalmente, en un proyecto de tecnología no existen capítulos de adecuación del presupuesto y proyección internacional. Lo que se evalúa en sí es la tecnología propuesta y no aspectos subjetivos como los anteriormente citados. El problema surge con esta manera de puntuar proyectos, que reduce el peso de la tecnología.

Así, se puede dar el caso de que una empresa con un equipo de trabajo de buen nivel pueda acceder a las subvenciones, a pesar de presentar un proyecto tecnológicamente muy pobre, pero con una buena puntuación en el impacto socioeconómico si favorece la transición ecológica o la incorporación femenina al empleo tecnológico, por ejemplo.

El quid de la cuestión es que hay muy pocas mujeres aún en los sectores STEM. Según la Universidad Politécnica de Madrid, las mujeres sólo suponen el 29% de los estudiantes de carreras técnicas, porcentaje que se reduce al 25% en el caso de las ingenieras. «No encontramos mujeres que puedan desempeñar estas funciones. El Ministerio lo sabe por lo que pensamos que puede ser una estrategia para quedar bien de cara a la galería, pero luego, de facto, no repartir estos fondos europeos”, apuntan desde una de las empresas interesadas en estas ayudas.

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