El envejecimiento de la población y el incremento de la esperanza de vida están acentuando la demanda de cuidados a domicilio en España. Según datos recientes publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes a la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2024, el sistema continúa mostrando importantes carencias para atender adecuadamente a las familias con personas dependientes, especialmente en aquellos hogares con menos recursos económicos.
Crece la brecha en cuidados asistenciales
En 2024, el 37,1% de los hogares con personas dependientes reconoció tener una necesidad no cubierta por los servicios de cuidados a domicilio, ya sea por la ausencia total del servicio o por insuficiencia horaria. Este porcentaje es significativamente superior al de 2016, cuando era del 30,8%, marcando una preocupante tendencia al alza.
El porcentaje de hogares con necesidades no cubiertas de asistencia domiciliaria crece 6,3 puntos en ocho años, evidenciando una mayor presión sobre las familias españolas
Dos millones y medio de hogares con dependientes
Según la encuesta del INE, 2,5 millones de hogares españoles (un 12,8% del total) contaban en 2024 con alguna persona dependiente. Dentro de este grupo, solo el 26% recibía asistencia domiciliaria remunerada, dejando patente la limitada cobertura actual del sistema.
En los hogares monoparentales de personas mayores también se percibe un desequilibrio: mientras el 51,9% de los hogares formados por hombres solos mayores de 65 años recibía atención domiciliaria, la cifra disminuía al 45,1% en los hogares compuestos por mujeres solas.
Desigualdad por nivel económico
El nivel de ingresos sigue siendo determinante a la hora de acceder a servicios de cuidados domiciliarios. Solo el 22,8% de los hogares con personas dependientes de menores ingresos dispuso de estos servicios, frente al 31,5% de aquellos con mayor renta. Esta brecha expone la desigualdad estructural del sistema asistencial.
Los hogares con menos recursos tienen casi 9 puntos menos de acceso a los servicios domiciliarios, mostrando una evidente desigualdad social
Costes elevados pero aumenta la financiación pública
Otra conclusión importante de la encuesta es la dificultad económica para afrontar los gastos derivados de la atención domiciliaria. El 18,6% de los hogares con dependientes tuvo problemas económicos importantes para pagar estos servicios, aunque esta cifra mejora respecto al 36,6% de 2016.
Además, aumenta el número de familias beneficiadas por la financiación pública o institucional de los cuidados domiciliarios, pasando del 21% en 2016 al 30,3% en 2024, lo que refleja un avance en la protección social, aunque todavía insuficiente.