Aunque la sorpresiva caída de la economía pueda suponer un problema para Joe Biden, es poco probable que disuada a la Reserva Federal de subir los tipos de interés de forma agresiva para combatir la inflación.
El PIB cayó a una tasa anualizada del 1,4% en el primer trimestre, tras un ritmo del 6,9% a finales del año pasado, según mostró el jueves la estimación preliminar del Departamento de Comercio. La proyección media de los economistas preveía un aumento del 1%.
El informe es más bien una ilustración de cómo los cálculos del PIB tienden a ser volátiles de un trimestre a otro, y no necesariamente indican debilidad en la economía o una señal de recesión. La contracción se debió a un aumento de las importaciones y una caída de las exportaciones, junto con una menor acumulación de existencias de las empresas. En términos interanuales, la economía creció un 3,6%.