La directora ejecutiva de Greenpeace, Eva Saldaña: «Hay una batalla campal por fagocitar el discurso ecologista»

Ecologismo

La directora ejecutiva de Greenpeace, Eva Saldaña: «Hay una batalla campal por fagocitar el discurso ecologista»

La ONG pone en valor el papel de las mujeres en su fundación hace 50 años.

Eva Saldaña Buenache, elegida nueva directora ejecutiva de Greenpeace España, para sustituir a Mario Rodríguez a partir del 18 de mayo de 2021 / Foto: Greenpeace

Eva Saldaña Buenache, elegida nueva directora ejecutiva de Greenpeace España, para sustituir a Mario Rodríguez a partir del 18 de mayo de 2021 / Foto: Greenpeace

La directora ejecutiva de Greenpeace España, Eva Saldaña, ha denunciado que en el ámbito político, económico y social se está tratando de asumir un discurso ecologista que sin embargo no se traduce en acciones reales para afrontar la emergencia climática real que requiere «pasos ambiciosos» para los que se está llegando «tarde».

«Hay una batalla campal absoluta por fagocitar el discurso ecologista y copar el discurso ecologista. Estamos en una transición ecológica pero en la acción real no hay nada», denuncia Saldaña en una entrevista con Europa Press con motivo del 50 aniversario de la fundación de la ONG, en la que lamenta que se han «intensificado las trampas por el clima y el greenwashing (lavado verde).

Entre las peores noticias del 2021, Saldaña destaca que tal y como expuso el último informe del IPCC, el grupo de expertos de la ONU en cambio climático, los impactos del calentamiento global se observan con más frecuencia e intensidad y han aumentado las pérdidas de biodiversidad mientras en la COP26 los políticos siguieron sin dar los «pasos ambiciosos» que requiere la humanidad.

Así, expone que 2021 comenzó con la posibilidad de reorientar la recuperación económica hacia una verde y justa con los fondos europeos pero señala que España va «con retraso en todo».

No obstante, a su juicio el 2021 deja también buenas noticias como el «leve pero creciente» movimiento en contra de la ganadería industrial porque la población «empieza a entender» que afecta al mundo rural y al agua, un recurso cada vez más escaso» y celebra que en Castilla y León se empieza a ver «alguna moratoria» a nuevas explotaciones.

Además, celebra que la energía eólica «ha superado con creces» la aportación de la energía nuclear y que han prosperado litigios climáticos en todo el mundo, al tiempo que «nunca se hubiera imaginado» que la Agencia Internacional de la Energía aconsejara dejar de subvencionar a los combustibles fósiles o que consejos de dirección como Epson y otras petroleras empiezan a ir «en otra dirección». En España, recuerda que la demanda contra el Estado presentada por las ONG sigue su curso.

Respecto a la decepcionante COP26, valora que se ha vislumbrado «el primer paso importante» para el fin del carbón y que se ha mantenido vivo el objetivo de limitar la temperatura global del planeta en 1,5ºC a final de siglo.

HORIZONTE 2022

De cara a 2022 para Greenpeace el reto está en «mirar muy de cerca» los flujos económicos y financieros para que la recuperación se destine realmente a transformar lo energético, el sistema agroalimentario, el transporte, las ciudades y a proteger la biodiversidad.

No obstante, espera que finalmente se pueda lograr aprobar un Tratado Global de los Océano que proteja el 30% de las masas de agua. «Hay una oportunidad en primavera y vamos a pelearlo, pero es complejo», apunta.

Así, señala que la ONG también pondrá su foco en 2022 en el sistema agroalimentario para que se acabe con la ganadería industrial; en la fiscalidad verde que va «con mucho retraso» y que no puede repercutir en la transformación del empleo y las familias vulnerables; la prohibición de las subvenciones a los combustibles fósiles y de los anuncios y patrocinios de empresas de combustibles.

Otro de los retos de 2022 para la directora ejecutiva de Greenpeace será la implantación en 150 ciudades de las zonas de bajas emisiones –que debe ponerse en macha antes de 2023– aunque en su opinión, el cambio de modelo de transporte no debe centrase en cambiar de coche diesel a eléctrico, sino en una transformación del modelo y de la mentalidad: conectar ciudades con el mundo rural al que se debe dotar de servicios y una red de ferrocarril que sea como «una red de metro para toda España y Europa» con tren convencional a costes y horarios razonables».

ESCALA INTERNACIONAL

En lo que respecta a la esfera global, Saldaña denuncia que «lo más dramático» es la deforestación de la Amazonía en Brasil que ha aumentado más del 50 por ciento este año comparado con los años anteriores.

A este hecho añade la pérdida del 85 por ciento de la biodiversidad en el Índico por la sobrexplotación pesquera; el Fit for 55 de la UE, que «no está a la altura para contener la crisis climática»; el arma de «doble filo» que supone el hidrógeno verde que, si bien admite debe formar parte de la transición energética por un tiempo, opina que cuanto antes se acelere el proceso antes se podrá dejar atrás este gas que corre el peligro de usarse para prolongar el ciclo combinado.

50 AÑOS DE GREENPEACE

La organización ecologista acaba de cumplir 50 años de existencia y Saldaña ha destacado con orgullo que cuatro mujeres estuvieron en la fundación de la ONG y que la ideóloga de parar las pruebas nucleares fue una mujer, Zoe Hunter que, junto a otras tres mujeres que en una organización entonces «masculinizada» estuvieron durante años «invisibilizadas».

A lo largo de este medio siglo, Saldaña celebra que la esencia de Greenpeace se mantiene; que la ONG que comenzó a hablar de ecología y a poner la naturaleza en el centro y pronto tuvo un estilo propio de hacer campañas sociales en forma de «bombas mentales». «Aquellos locos que comenzaron la historia de la que hoy están detrás millones de personas en más de 55 países. En España llegamos a 150.000 socios, más de 100 trabajadores y voluntarios», resume.

Esa esencia, según resume está en la acción directa no violenta, la independencia económica y política como señas de identidad, junto con su forma particular de hacer campañas. En adelante, el foco de una organización tan grande que como en España a nivel internacional dirige una mujer, Jennifer Morgan, pasa por mantener la capacidad de respuesta ágil y evolucionar a un modelo que equilibre mejor la jerarquía horizontal para fomentar los modos de trabajo más colaborativos.

Además, en España Saldaña quiere que su sello en la ONG incorpore de manera más explícita los principios ecofeministas en su marco estratégico además de los valores que rigen la organización a nivel internacional como la justicia, equidad, diversidad, inclusión y seguridad.

Entre los retos para los próximos años, apunta que la lucha pasa por lograr el fin de los combustibles fósiles, la lucha contra el greenwashing, la protección de la biodiversidad y en particular en el Amazonas y en África y volver a «generar las bombas mentales de los comienzos». «Tenemos que recuperar la fuerza internacional porque el código rojo por la humanidad lo requiere», asegura.

«Nos dijeron que era imposible y lo hicimos. Eso es lo que quiero para todos, que nos creamos lo que Greenpeace ha hecho estos 50 años y que sepamos que lo seguiremos haciendo», ha concluido.

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