Sede de la OCDE
El nuevo máximo histórico en la emisión de deuda soberana proyectado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 2025 se enmarca en un contexto económico marcado por la desaceleración del crecimiento, el aumento de tipos de interés y mayores gastos en áreas como defensa, transición energética y envejecimiento poblacional. Este endeudamiento récord refleja no solo una recuperación desigual tras la pandemia, sino también un panorama complejo de refinanciación a corto plazo que presiona aún más las finanzas públicas.
El endeudamiento bruto de los países de la OCDE alcanzará en 2025 aproximadamente 17 billones de dólares (15,6 billones de euros), frente a los cerca de 16 billones de dólares emitidos en 2024. Según el reciente Informe Global de Deuda 2025 del ‘think tank’, este aumento refleja necesidades netas más altas y mayores volúmenes de refinanciación.
El endeudamiento bruto llegará al 24% del PIB de la OCDE en 2024-2025, superando en siete puntos porcentuales el promedio prepandemia
En conjunto, gobiernos y empresas captaron 25 billones de dólares (23 billones de euros) en los mercados durante 2024, cifra que representa 10 billones más que antes del Covid-19 y el triple que en 2007. La deuda global acumulada de bonos soberanos en circulación se espera que alcance los 59 billones de dólares en 2025, marcando un nuevo récord.
Un aspecto preocupante identificado por la OCDE es que gran parte de la deuda actual proviene de épocas con tasas de interés muy bajas. Más del 50% de la deuda soberana y más del 60% de la deuda corporativa aún tiene costes inferiores a los actuales tipos del mercado. Esto implica que, al refinanciarse a tasas más altas, los costes podrían dispararse significativamente.
El gasto en intereses públicos ya supera el gasto en defensa en la OCDE, alcanzando el 3,3% del PIB en 2024, su nivel más alto desde 2010
Los mercados emergentes también enfrentan desafíos importantes, habiendo triplicado su endeudamiento desde 2007 hasta alcanzar 3 billones de dólares en bonos emitidos en 2024. La deuda pendiente en estos países superará los 12 billones de dólares, aumentando así considerablemente su exposición a los riesgos de mercado y encarecimiento del crédito.
La deuda corporativa global volvió a crecer en 2024 tras años de reducción inducida por la inflación. A finales del año pasado, la deuda en bonos corporativos alcanzó 35 billones de dólares, sumando préstamos sindicados y créditos privados, lo que elevó la deuda soberana y corporativa global por encima de los 100 billones de dólares.
La organización enfatiza la necesidad urgente de políticas fiscales más eficientes y la priorización del endeudamiento público hacia inversiones productivas. Según Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, mejorar la capacidad productiva mediante una deuda estratégica podría aliviar significativamente las futuras presiones financieras globales.
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