La jornada electoral de este domingo en Portugal ha supuesto un cambio de paradigma político con la Alianza Democrática (AD) consolidándose como la fuerza más votada. Con un 32,61% de los sufragios, los conservadores logran 66 diputados, superando holgadamente al Partido Socialista (PS), que apenas alcanza el 23,36% de votos y empata en escaños con el partido ultraderechista Chega, que obtiene el 22,84%. Este avance de Chega marca un punto de inflexión en la política lusa.
“Chega ha matado al bipartidismo en Portugal”, proclamó André Ventura, su líder, entre vítores
El liderazgo de André Ventura y su discurso rupturista han logrado situar a Chega como actor clave en la futura formación de gobierno, generando inquietud en la izquierda y llamadas a la prudencia desde la AD.
El mapa parlamentario: fractura y fragmentación
La cámara legislativa portuguesa queda marcada por una alta fragmentación, aunque con una clara hegemonía del bloque conservador. Iniciativa Liberal consigue 4 diputados con el 5,25% de los votos, mientras que Libre, el partido socialdemócrata, obtiene 2 escaños con el 3,84%. Otras fuerzas como la CDU (2,94%), el Bloque de Izquierda (1,94%), PAN y Juntos por el Pueblo quedan fuera del Parlamento.
Reacciones: euforia en Chega, cautela en la AD, desánimo en el PS
Mientras los simpatizantes de la Alianza Democrática celebraban ya su victoria a falta de resultados definitivos, desde la dirección se pedía prudencia. En cambio, la noche fue amarga para el PS, cuyos dirigentes no ocultaron su decepción, tras semanas de pronosticar un triunfo que no llegó.
Por su parte, Chega celebró su ascenso con un tono desafiante. Ventura reafirmó su intención de romper el sistema tradicional y se mostró dispuesto a garantizar la “estabilidad”, dejando la puerta entreabierta a eventuales pactos con la derecha.
Chega iguala al PS en diputados y se convierte en el árbitro de la gobernabilidad, rompiendo 50 años de bipartidismo en Portugal
El precedente de 2024 y el vuelco electoral
Este resultado supone una ligera mejora respecto a las elecciones de 2024, cuando la AD obtuvo el 28,02% y el PS el 28%, lo que confirma una tendencia ascendente para la derecha. Sin embargo, lo más destacable es la inesperada fuerza de Chega, que supera los pronósticos de las encuestas y se consolida como la tercera fuerza más votada, aunque empatada en escaños con los socialistas.