La Comisión asume que las medidas anti-contaminantes provocarán aumentos de tarifas en el transporte

La Comisión asume que las medidas anti-contaminantes provocarán aumentos de tarifas en el transporte

Por primera vez se incluye el transporte aéreo y marítimo en las medidas para reducir la huella de carbono

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Las medidas para reducir la contaminación atmosférica que propone la Comisión provocarán aumentos de tarifas tanto en el transporte terrestre como marítimo y aéreo.  Así lo reconocen implícitamente responsables comunitarios, pero consideran que ese efecto será neutralizado con las ayudas que pondrán en marcha. Esta es la primera vez que la normativa afectará también a aviones y barcos, que hasta ahora estaban al margen.

La comisaria de Transporte, Adina Valean, cree que las nuevas tasas sobre el queroseno influirán como mucho en un 1% en el coste de los vuelos de los ciudadanos, según sus cálculos. Las compañías aéreas ya han advertido que ese coste puede ser mayor. La propuesta para descarbonizar el transporte dentro de la Unión Europea será mucho más exigente que la actual  y obligará a una renovación de todo tipo de vehículos.

El mecanismo “Fit for 55 in 2030” que ha presentado estos días la Comisión introduce importantes novedades en este sector, uno de los que más contamina. Para el transporte por carretera se apuesta claramente por vehículos eléctricos o de hidrógeno. En 2035 no podrán venderse los que estén dotados con motores térmicos. Pese a que algunas marcas se han quejado de la exigencia del calendario, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión, Frans Timmemrmans, encargado del Pacto Verde, estima que “es un sector que siempre se lamenta, pero acaba adaptándose a la normativa y creo que esta vez también; de hecho, más de alguna marca ya ha decidido dejar de producir vehículos térmicos antes de 2030”. La Comisión hará un esfuerzo para salvar el cuello de botella que supone la escasa distribución de puntos de recarga en el continente. Tendrá que haber cada 150 kilómetros como máximo un lugar donde poder suministrar electricidad a las baterías o hidrógeno. Ese es el primer reto en estos momentos para facilitar un transporte más limpio.

Respecto a la exigencia de reducción de gases contaminantes en la aviación la comisaria Valean prevé que habrá una reducción del 5% en 2030 y del 60% en 2050, a medida que las compañías aéreas utilicen combustibles alternativos sobre los que está investigando. Y en el ámbito marítimo se aplicará la normativa a las embarcaciones de más de 5.000 toneladas brutas para “no sobrecargar a las pymes” según Valean. Cree que el hidrógeno puede una buena alternativa para embarcaciones de cabotaje y ferris de pasajeros.

Respecto a posibles exenciones como, por ejemplo, los vuelos de jets privados, Timmermans fue tajante: “La normativa es aplicable a todos los vuelos”. Salvo, eso sí, a los aviones de carga dentro de la Unión Europea. En todo caso “damos tiempo al sector a que pueda prepararse para el cambio” según la comisaria que prevé la creación de unos 200.000 puestos de trabajo en el conjunto de la UE en tareas relacionadas con las energías renovables.

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