La brecha salarial de género en España se reduce a la mitad en una década, pero persisten barreras estructurales

Brecha Salarial

La brecha salarial de género en España se reduce a la mitad en una década, pero persisten barreras estructurales

El estudio de Esade revela que, aunque la diferencia salarial entre hombres y mujeres ha disminuido, los factores estructurales siguen impidiendo la plena igualdad.

Desigualdad de Género
Desigualdad de Género

La brecha salarial de género en España ha experimentado una reducción significativa en los últimos doce años.

Según el estudio de Esade La brecha salarial de género en España: ¿Qué factores contribuyen a su persistencia?, la diferencia en el salario por hora pasó del 15% en 2010 al 9% en 2022.

Sin embargo, el informe advierte que persisten barreras estructurales que impiden una igualdad plena.

Una tendencia a la baja, pero con desigualdades persistentes

El estudio señala que la brecha salarial de género no ajustada, es decir, la diferencia en los ingresos medios entre hombres y mujeres, también se ha reducido notablemente. En 2010, las mujeres ganaban un 23% menos que los hombres anualmente, mientras que en 2022 esta cifra descendió al 17%.

Según el informe, esta mejora se debe en gran parte al aumento de la participación femenina en el mercado laboral, así como a su acceso a empleos mejor remunerados. Un número creciente de mujeres ha pasado a desempeñar funciones en sectores con mejores salarios y a trabajar a tiempo completo, lo que ha contribuido a cerrar la brecha.

Factores estructurales y sesgos sutiles

A pesar de estos avances, la investigación señala que la parte «no explicada» de la brecha salarial sigue siendo significativa. Incluso en 2022, al comparar hombres y mujeres con el mismo nivel educativo, experiencia, jornada laboral y sector, las mujeres siguen ganando entre un 12% y un 13% menos por hora.

El estudio indica que a medida que las mujeres han accedido a sectores mejor remunerados, la desigualdad dentro de esos mismos sectores se ha hecho más evidente. De hecho, al controlar por sector de trabajo, la brecha salarial se amplía en 4 puntos porcentuales, lo que indica que las mujeres, aunque han logrado mayor representación en las industrias mejor pagadas, continúan recibiendo menores salarios que sus colegas masculinos.

Diferencias sectoriales en la brecha salarial

La brecha salarial de género varía significativamente según el sector. En transporte y almacenaje, la diferencia salarial es apenas del 1%, mientras que en salud y servicios sociales o en actividades profesionales y científicas – sectores con alta presencia femenina – la brecha asciende al 21%.

En el sector de la construcción, las mujeres representan menos del 12% de la fuerza laboral, pero en 2022 ganaron en promedio un 15% más que los hombres. Sin embargo, en sectores como transporte y construcción, donde la brecha bruta es reducida o inversa, las diferencias salariales ajustadas siguen perjudicando a las mujeres, con una brecha del 16% y 13,6%, respectivamente.

El informe también destaca que en sanidad y servicios sociales, la brecha bruta del 21,3% se reduce al controlar por ocupación, lo que sugiere que la segregación ocupacional es un factor clave. En cambio, en el sector financiero, el 42% de la brecha se explica por la concentración de mujeres en empleos peor pagados.

La penalización por maternidad y el techo de cristal

Uno de los factores que más inciden en la persistencia de la brecha salarial es la denominada penalización por maternidad. En España, los ingresos de las madres se reducen drásticamente tras el nacimiento de un hijo, con una caída del 11% en el primer año y una penalización a largo plazo del 28% en comparación con los padres.

El estudio concluye que, si bien se han logrado avances en la reducción de la brecha salarial de género, el progreso se ha ralentizado en los últimos años. Cuestiones como la conciliación laboral y familiar, los sesgos de género y la cultura organizacional siguen siendo obstáculos para la igualdad de retribución.

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