El diferencial entre los mercados de Reino Unido y Francia se ha ido erosionando gradualmente desde que los británicos votaron a favor de abandonar la Unión Europea en 2016. Pero la agitación sin precedentes en los mercados desatada en la última semana por los recortes fiscales sin financiación de la primera ministra Liz Truss ha supuesto un golpe crucial, dañando la confianza económica y enviando la libra a un mínimo histórico.
Las salidas de fondos de renta variable en el Reino Unido van camino de convertirse en el peor año de su historia, con 18.000 millones de dólares, según datos de Bank of America.
La intervención del miércoles del Banco de Inglaterra para calmar los mercados solo ha permitido ganar tiempo para estabilizar la libra y tratar de evitar un deterioro más amplio en las finanzas de los hogares y los mercados de activos del Reino Unido, según una nota de Jefferies que recoge Bloomberg.
Solo en una ocasión el diferencial entre los mercados de renta variable británicos y franceses ha sido menor. Ocurrió en enero de este año, cuando la tercera empresa del índice FTSE 100, la minera BHP Group, se fue de Londres a Australia.
La debilidad de la libra esterlina desde el Brexit ha contribuido también a la caída de valor de la Bolsa de Londres. El Reino Unido se ha convertido en un terreno fértil para las adquisiciones, lo que también refleja las valoraciones baratas y la falta de proteccionismo.