La batalla europea contra la inflación se atasca en el precio de los alimentos

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La batalla europea contra la inflación se atasca en el precio de los alimentos

Recortes de impuestos, acuerdos con distribuidores, precios máximos, mayores controles... Los gobiernos europeos aplican diferentes medidas, sin éxito por el momento.

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Aunque la inflación general está empezando a remitir en Europa, la presión alcista sobre el precio de los alimentos se mantiene firme. La cesta de la compra, que supone una gran parte del gasto de las familias, se encarece cada vez más, aumentando las dificultades para llegar a fin de mes. Los diferentes gobiernos se están viendo obligados a actuar para evitar un mayor descontento social, sobre todo en algunos países con elecciones a la vuelta de la esquina.

En España, el precio de los alimentos se disparó en febrero —último mes con datos disponibles— un 16,6%, su mayor incremento desde 1994. En otros países de la eurozona, las subidas son incluso mayores, como en Alemania, donde la inflación de los alimentos supera el 20%.

En el conjunto del bloque del euro, la inflación general se redujo en marzo al 6,9%, pero Eurostat calcula que el aumento del precio de los alimentos se aceleró al 15,4% desde el 15% de febrero.

En este contexto, varios gobiernos han empezado a tomar medidas, aunque combatir la inflación alimentaria supone un reto mayor que la intervención de los mercados energéticos, que están más regulados. Además, los factores que han provocado la subida de precios son múltiples, desde las sequías y las interrupciones en la cadena de suministro, hasta los costes de los fertilizantes y el encarecimiento de la energía y de la mano de obra.

RECORTES DE IMPUESTOS

Entre las medidas aplicadas, destacan los recortes de impuestos. El último país en aplicarlo ha sido Portugal, después de Polonia y España. En el país vecino, donde los precios de los alimentos suben más de un 20% en tasa interanual, su Ejecutivo suprimió recientemente el IVA a una cesta básica de 44 productos, incluyendo la carne y el pescado a diferencia de España.

En nuestro país, la supresión del IVA de los alimentos de primera necesidad estará en vigor hasta junio, pero no ha sido suficiente para frenar la incesante subida de precios y Unidas Podemos ha propuesto medidas adicionales, como topes en los precios y bonificaciones, aunque el principal socio de Gobierno lo ha rechazado.

Según un reciente estudio elaborado por la consultora estratégica Oliver Wyman, un 93% de los españoles vería de forma positiva que se establecieran límites a los precios de los alimentos, con medidas similares a las que se han implementado en el ámbito de los combustibles o la energía.

LÍMITES EN LOS PRECIOS

Sin embargo, por el momento, los diferentes gobiernos se resisten a adoptar una medida tan agresiva y la experiencia de Hungría, que congeló el precio de algunos productos como la harina, el azúcar o el cerdo en enero de 2022, no ha ayudado dado que, desde entonces, el precio de los alimentos se ha disparado un 50%, según recoge la agencia Bloomberg.

Esta limitación obligó a los minoristas a vender algunos productos a pérdidas, pero para compensarlo aumentaron el precio de los que no estaban intervenidos. Además, racionaron alimentos básicos como las patatas en el periodo previo a la Navidad, creando escasez.

ACUERDOS CON LOS DISTRIBUIDORES

Así, el principal reto para los gobiernos es encontrar la manera de proteger a los consumidores sin distorsionar los mercados. En Francia, el Ejecutivo de Emmanuel Macron alcanzó el mes pasado un acuerdo con los grupos de distribución para ofrecer una cesta de productos básicos con un precio “lo más bajo posible”, que deben ir marcados con un logotipo con los colores de la bandera francesa.

El gobierno portugués también está trabajando con los minoristas y los productores de alimentos para intentar bajar los precios. Modelo Continente, la mayor cadena de supermercados del país, se ha mostrado dispuesta a aceptar menores márgenes de beneficio para absorber parte de las subidas que han obligado a los clientes a recortar gastos.

MAYOR CONTROL

Otros países también están elevando los controles a las empresas y sus beneficios millonarios. Es el caso, por ejemplo, de Suecia, donde los precios están aumentado al mayor ritmo en siete décadas.  El Gobierno ha anunciado que aumentará la financiación del organismo nacional de defensa de la competencia. Noruega está tomando medidas similares.

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