La batalla entre los minoristas y los hedge funds deja al aire las vergüenzas de Wall Street

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La batalla entre los minoristas y los hedge funds deja al aire las vergüenzas de Wall Street

Los vínculos entre Robin Hood, Citadel y los hedge funds damnificados por las subidas bursátiles siembran las sospechas en el parqué.

Wall Street

La guerra sin cuartel desatada por minoristas furiosos agrupados en la comunidad WallStreetBets de Reddit contra los hedge funds bajistas ha puesto en evidencia no solo el castillo de naipes sobre el que se construyen operaciones millonarias que pueden hundir a una compañía, sino también la red de relaciones sobre la que está construida el propio mercado.

La noticia saltaba a los titulares de la prensa de todo el mundo en las últimas semanas. GameStop, cadena minorista especializada en videojuegos, ha multiplicado por 20 su precio este año después de que un grupo de inversores minoristas, agrupado en un una comunidad de Reddit, impulsara órdenes de compra masivas en un movimiento de castigo contra los hedge funds posicionados a corto en el capital de la empresa.

El gran damnificado fue Melvin Capital, obligado a cerrar sus posiciones cortas en GameStop con pérdidas millonarias. Aunque se desconoce la cuantía de estas pérdidas, el hedge fund había necesitado que titanes como Citadel y Point72 le inyectasen 2.750 millones de dólares.

El cobro de una presa no detuvo la fiebre compradora en GameStop, a la que se añadieron también otros valores como BlackBerry, Bed, Bath & Beyond o la finlandesa Nokia. Al menos hasta que Robin Hood, la app más utilizada por los minoristas, decidió restringir la negociación de hasta 13 valores en su plataforma. El movimiento tuvo una airada reacción por parte de los inversores y generó críticas incluso de figuras tan separadas ideológicamente (y de tanto peso) como la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez o el senador republicano Ted Cruz.

Frente a la ira de los inversores, y con una petición de investigación del Congreso de EEUU sobre la mesa, la empresa ha asegurado que esta restricción no se debió a motivos espurios, sino a la lógica financiera. “Como firma de trading, Robin Hood tiene muchos requisitos financieros, incluidas las obligaciones de capital neto de la SEC y los depósitos de la cámara de compensación. Algunos de estos requisitos fluctúan según la volatilidad de los mercados y pueden ser sustanciales en el entorno actual”, explicaba en un mensaje en Twitter el cofundador de Robin Hood Vladimir Tenev.

De hecho, la plataforma se habría visto obligada a recaudar más de mil millones de dólares de sus inversores y a recurrir a una línea de crédito de seis bancos por valor de entre 500 y 600 millones de dólares. El viernes, Robin Hood ya permitió la compra de GameStop y los otros valores vetados, aunque de manera “limitada”.

No obstante, las explicaciones de la empresa no han satisfecho a todos, teniendo en cuenta que sus vínculos comerciales ayudan a levantar sospechas. Sin el cobro de comisiones a los usuarios de la app, Robin Hood gana directamente dinero gracias a transferir las operaciones de sus clientes a firmas más grandes, como la ya mencionada Citadel, que le pagan a por la oportunidad de cumplir con los pedidos de acciones de sus clientes.

De acuerdo con un análisis de Piper Sandler publicado en Financial Times el pasado junio, Citadel Securities, dependiente del fondo con sede en Chicago, representa 40 de cada 100 acciones negociadas por inversores individuales en EEUU, lo que la convierte en la creadora de mercado minorista número uno del país. En otras palabras, se puede considerar que el gigante inversor es juez y parte en la disputa.

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