La banca ética ‘presume’ de rentabilidad frente a sus rivales tradicionales.

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La banca ética ‘presume’ de rentabilidad frente a sus rivales tradicionales.

Así, confirman su mayor efectividad en el apoyo a la economía real y sostenible.

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Fiare Banca Ética presenta el tercer informe de las Finanzas Éticas y Sostenibles en Europa, que muestra como los bancos éticos europeos invierten en empresas y autónomos tres de cada cuatro euros de su balance, mientras que el euro restante se invierte en fondos de inversión éticos. Este informe destaca que los bancos convencionales solo destinan al crédito el 40% de los recursos que obtienen, destinando el resto a “especulación” financiera.

El resultado son 51.000 millones de euros invertidos en desarrollo sostenible, es decir, social y ambiental. “Todo ello sitúa a los bancos éticos como un socio mucho más eficaz para colocar fondos de rescate de la UE y cualquier política monetaria” señala Jordi Ibáñez, director de la Fundación Finanzas Éticas.

El informe compara la banca ética y la banca convencional en Europa desde el punto de vista de la eficiencia económica. “En la última década los 23 bancos europeos éticos y sostenibles han ganado el doble que el sistema bancario europeo en su conjunto, con una rentabilidad media anual del 3,57% frente a 1, 79%”, asegura el informe.

“No solo eso: los bancos éticos han confirmado su mayor efectividad en el apoyo a la economía real y sostenible y la creación / mantenimiento de puestos de trabajo en sectores contando con las finanzas éticas: de esta forma, el rescate podría convertirse en un motor de desarrollo sostenible y relanzamiento del empleo en sectores palanca para una nueva economía”, destacan desde Fiare Banca Ética.

Peru Sasia, vicepresidente de Fiare Banca Etica, destaca que la “reactivación económica y cambio de rumbo para una economía más estable, más equitativa, más justa y más sostenible económicamente no van reñidos si se cuenta con la banca ética”. Además, asegura que los bancos éticos representan 51.000 millones de euros de activos y con estas cifras han rendido, de media, el doble que los convencionales en la última década.

Los bancos éticos no sólo miden su impacto sino también el impacto de sus carteras y exigen a las empresas en las que invierten los mismos comportamientos que se exigen así mismas. Por eso, como destaca el informe, practican también el accionariado activo y el accionariado crítico.

“En la comparación de la estructura, el crecimiento y los rendimientos de los bancos éticos europeos con los de otros bancos, esta vez no solo se han tomado como referencia los bancos sistémicos (los llamados «demasiado grandes para quebrar»), sino todos los aproximadamente 4.500 bancos que operan en la zona del euro, según datos proporcionados por el BCE”, señala el informe.

La orientación a la sostenibilidad no es sólo social y ambiental, sino también económica. El informe señala que “mientras grandes bancos pagan a sus presidentes entre 8 y 12 millones de euros, la banca ética establece un tope máximo de 10 entre el que menos cobra y el que más”.

Según Ibáñez, “no podemos permitir de nuevo comportamientos poco responsables de la banca con el dinero europeo. Los ciudadanos ya les hemos rescatado una vez y no queremos hacerlo de nuevo”. “Las finanzas éticas demuestran que se puede generar empleo y hacerlo en sectores claves para hacer coherentes estos fondos con otros objetivos de civilización como los acuerdos de París”, destaca.

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