La banca endurece los criterios para conceder créditos a hogares y pymes

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La banca endurece los criterios para conceder créditos a hogares y pymes

Aumenta el porcentaje de peticiones rechazadas de créditos para comprar una vivienda, si bien las condiciones de las hipotecas concedidas se mantuvieron estables.

Banco de Espana

Los bancos españoles endurecieron los criterios para conceder hipotecas y créditos al consumo durante el primer trimestre del año, mientras que en el segmento de las empresas también cerraron un tanto el grifo a las pymes, de acuerdo con un artículo analítico ‘Encuesta sobre préstamos Bancarios en España: abril de 2019’ publicado hoy por el Banco de España.

“Los criterios de aprobación de los créditos a los hogares para la adquisición de vivienda se endurecieron levemente durante el primer trimestre de 2019”, señala la institución que dirige Pablo Hernández de Cos. Las entidades resaltaron que el “empeoramiento de las perspectivas”, tanto las relacionadas con la situación económica general como las del mercado de la vivienda, habrían propiciado un endurecimiento de los criterios, que se habría visto “compensado parcialmente” por la mayor presión ejercida por la competencia de otras entidades.

Asimismo, “el porcentaje de peticiones de fondos rechazadas habría crecido levemente”, aunque, por otro lado, los bancos no encarecieron las hipotecas que sí concedieron, sino que las condiciones “se mantuvieron sin cambios”.

La demanda de hipotecas “aumentó ligeramente” durante los tres primeros meses del año en curso. Según las entidades, el bajo nivel general de los tipos de interés, así como los cambios regulatorios o fiscales del mercado, habrían contribuido al incremento de las solicitudes, efectos que se habrían visto contrarrestados parcialmente por el aumento de la financiación con fondos propios, el mayor recurso a otras fuentes de financiación externa, y por unas peores perspectivas del mercado de la vivienda.

Similar fue el comportamiento en el segmento de los préstamos al consumo, en el que los criterios de concesión se endurecieron por segundo trimestre consecutivo, de acuerdo con el Banco de España, “fundamentalmente como consecuencia del empeoramiento de las perspectivas económicas generales”.

En cambio, las condiciones generales de este tipo de créditos “se suavizaron de nuevo”, como resultado de una mayor presión de la competencia. En particular, se habrían estrechado los márgenes aplicados a los préstamos ordinarios mientras que los márgenes de los créditos de mayor riesgo y el resto de condiciones se habrían mantenido estables. Eso sí, el porcentaje de solicitudes de fondos denegadas habría “aumentado ligeramente”, de acuerdo con la encuesta.

La demanda de crédito al consumo se redujo debido a un menor gasto en bienes de consumo duradero, así como de un ascenso de la financiación interna mediante ahorros, y de un mayor uso de préstamos de otras entidades y de otra financiación externa. En sentido contrario, el bajo nivel general de los tipos de interés habría seguido favorecido un crecimiento de las solicitudes.

En lo que se refiere al crédito a empresas, los criterios se mantuvieron sin variaciones significativas. No obstante, el desglose por tamaños evidenció un “cierto endurecimiento de los criterios aplicados en la financiación concedida a las pymes, mientras que en el caso de las empresas grandes se relajaron ligeramente”. Atendiendo a los factores que estarían detrás de esta evolución, la mayor competencia, tanto entre entidades como de la financiación en los mercados, habría favorecido una relajación de los criterios, mientras que los mayores costes relacionados con el nivel de capital, y un empeoramiento de las expectativas sobre sectores y empresas habrían afectado en la dirección contraria.

Por su parte, las condiciones generales de las nuevas operaciones no habrían variado en los préstamos destinados a las pymes, mientras que en los concedidos a las grandes empresas se habrían relajado “tímidamente”. El porcentaje de solicitudes de fondos denegadas habría presentado una evolución estable, con una estabilidad de las peticiones de préstamos realizadas por las pymes y una disminución de las solicitudes procedentes de las grandes empresas.

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