Los investigadores destacan que la superficie de tierras sometidas a sequías más graves ha crecido un 74% en los últimos 5 años, impulsada en gran parte por el aumento de la demanda evaporativa atmosférica. Este fenómeno se debe principalmente a las temperaturas globales cada vez más altas, un efecto directo del cambio climático.
A medida que el planeta se calienta, la atmósfera demanda más agua, incluso en regiones que tradicionalmente eran húmedas, generando sequías más extremas y persistentes
Sergio Vicente, del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) y coautor del estudio, explica: “El incremento de la severidad de las sequías en las regiones húmedas se debe a que la atmósfera demanda más agua, y no porque llueva menos”.
La importancia de incluir la demanda evaporativa en el monitoreo
Hasta ahora, la comunidad científica era consciente de la relevancia de la demanda atmosférica, pero no se había medido globalmente con datos reales de tan alta resolución. Este estudio ha analizado más de un siglo de datos climáticos, aplicando métodos avanzados para cuantificar el aumento de la demanda y su impacto directo en las sequías.
Los autores subrayan que incluir la demanda evaporativa en el monitoreo de sequías, en lugar de depender solo de las precipitaciones, es esencial para gestionar los riesgos que amenazan a la agricultura, los recursos hídricos, la energía y la salud pública
El calentamiento global proyectado para las próximas décadas sugiere que esta demanda seguirá creciendo, intensificando aún más las sequías en diversas regiones.
Urge actuar y desarrollar estrategias adaptativas
“No existe una forma directa de medir cuán sedienta está la atmósfera a lo largo del tiempo”, destaca Solomon H. Gebrechorkos, primer autor del estudio. Por ello, hace un llamamiento a desarrollar estrategias específicas de adaptación socioeconómica y ambiental, así como sistemas de alerta temprana y gestión de riesgos mejorados para mitigar los impactos.
Muchas de las zonas afectadas ya enfrentan graves problemas para hacer frente a sequías severas, y es urgente actuar para proteger los ecosistemas y las comunidades más vulnerables
La investigación concluye que, aunque el camino para llegar a estos resultados fue largo, las conclusiones son contundentes y refuerzan la necesidad de políticas climáticas y de agua más ambiciosas.