Este deterioro se produce en un contexto de incertidumbre geopolítica, especialmente ante la posibilidad de aranceles a la Unión Europea anunciados por Donald Trump.
La caída de los pedidos frena la producción
El estancamiento de la producción y la reducción de pedidos han sido los principales factores detrás del deterioro del PMI manufacturero en febrero.
A diferencia de otros países europeos, España había logrado mantenerse en expansión durante los últimos doce meses. Sin embargo, según Jonas Feldhusen, economista de Hamburg Commercial Bank, este declive se debe al estancamiento de la producción y la reducción de pedidos, lo que refleja la creciente preocupación entre los fabricantes.
«La situación de los pedidos es particularmente preocupante, ya que las incertidumbres geopolíticas han llevado a cancelaciones y aplazamientos de inversiones en la industria», explicó Feldhusen
Además, la debilidad económica de los principales socios comerciales de la zona euro empeora la situación. Aunque el impacto directo de los aranceles en España no sería tan fuerte como en Alemania o Italia, sí añade un factor extra de incertidumbre, afectando las decisiones comerciales y la inversión.
Relajación de los precios y caída del empleo
Los precios de los insumos mostraron una ligera relajación en febrero, mientras que el empleo cayó tras cinco meses de crecimiento.
En contraste con el panorama general, la evolución de los precios en febrero fue positiva. Tras meses de presión inflacionaria en los insumos, se registró una ligera relajación, permitiendo a algunas empresas trasladar menores incrementos a los clientes.
Por otro lado, el empleo en el sector manufacturero sufrió un leve retroceso tras cinco meses de crecimiento. Las empresas optaron por no reemplazar al personal que dejó sus puestos, reflejando la caída en los pedidos.
«Si bien es poco probable que haya despidos masivos, el índice de empleo ha vuelto a territorio de contracción por primera vez en seis meses», indicó Feldhusen. No obstante, las expectativas a largo plazo siguen siendo moderadamente optimistas, con la esperanza de que la demanda repunte en los próximos doce meses.