Al igual que ayer hiciera Ábalos, su exasesor se ha negado a declarar ante el juez Leopoldo Puente, instructor del ‘caso Koldo’. Lo ha hecho en una comparecencia que ha durado en torno a 40 minutos y en la que la Fiscalía Anticorrupción ha descartado pedir su ingreso en prisión. Sí lo han hecho las acusaciones populares lideradas por el PP. Ahora el magistrado decidirá si le envía a la cárcel o le mantiene las medidas cautelares.
García ha llegado al Supremo con una mochila en mano ante la posibilidad de que vaya a prisión. “Hombre precavido vale por dos”, ha llegado de decir.
“Gestor y custodio” de los fondos de Ábalos
El instructor del caso Koldo volvió a llamar a García a sede judicial tras recibir un nuevo informe donde la UCO asegura que “actuó como custodio y gestor del dinero de Ábalos”, de modo que “parte de los gastos de este último eran sufragados y liquidados” por su asesor “con vistas a una eventual restitución institucional”, recoge Europa Press.
La UCO señaló la existencia de una reserva de dinero en metálico que no encontraría respaldo en los ingresos regulares del exdirigente socialista y de la que Koldo dispondría para hacerse cargo de pagos que corresponderían a su entonces jefe, tales como la pensión alimenticia de uno de sus hijos, la empleada doméstica o regalos a sus parejas.
Además, la Guarda Civil reflejó que el PSOE pagó tanto a Koldo como a Ábalos con dinero en efectivo mediante sobres. Algunos de esos pagos, explicó, tenían respaldo documental en lo aportado por el Partido Socialista como compensación por gastos, pero otros no.
“Chistorras”, “soles” y “lechugas”
La UCO detalló que Koldo y su entonces mujer, Patricia Uriz, verbalizaban en sus conversaciones de WhatsApp que parte del dinero que gestionaban, en efectivo o a través de sus cuentas, no era suyo, sino de Ábalos, y que se referían a él como “chistorras” (billetes de 500 euros), “soles” (200 euros) y “lechugas” (100 euros).
Con todo, el magistrado cree que Ábalos y Koldo “pudieran haber mantenido entre sí métodos no transparentes de comunicación de sus respectivos patrimonios, recibiendo indistintamente ingresos irregulares y opacos de diversa procedencia, eventualmente fruto de la comisión de los graves ilícitos penales que se les atribuyen”.
Ábalos ya compareció este miércoles por estos hechos y, a diferencia de las tres ocasiones anteriores, esta vez optó por guardar silencio. Según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, alegó que se sentía indefenso por no contar con un abogado de su confianza, dado que estuvo asistido por su hasta ahora letrado, José Aníbal Álvarez, al que quiso renunciar el pasado lunes por “diferencias irreconducibles”, pero el magistrado no le dejó.
Koldo, que declaró el pasado diciembre en su primera comparecencia como imputado en el Supremo por el caso al que da nombre, ya apostó el pasado junio por callar. Esta vez, se espera que tampoco hable, de acuerdo con las fuentes consultadas.