Las negociaciones para la confluencia entre Podemos e Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid están estancadas, a menos de cinco meses de las elecciones autonómicas, y ninguno de los dos actores descarta ya que la izquierda se presente dividida, pues el calendario previsto fijaba la primera semana de enero como fecha tope para cerrar un acuerdo, según asegura elconfidencial.com. El digital dice que fuentes de IU le han reconocido que comienzan a agotar su paciencia y trazan ya un plan B con su propia hoja de ruta para presentarse con sus siglas a las elecciones autonómicas del próximo 26 mayo.
Señala el medio online que a las diferencias entre el candidato a la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón, y la dirección regional del partido liderado por Ramón Espinar, se suman la apatía que el sector errejonista siempre mostró frente a las siglas de IU, las dudas, espoleadas por los resultados de las elecciones andaluzas, de si la coalición suma, y el supuesto quebranto del acuerdo marco estatal. Y aclara que no se trata solo de nombres y puestos en las listas, sino de cuestiones más estratégicas —como el enfoque de la campaña (en la que Errejón apuesta por sacar la bandera española) o la configuración de los pactos poselectorales— y programáticas.
Explica elconfidencial.com que este viernes se celebró una reunión de la denominada mesa de confluencias, en la que también participa Equo, sin constatarse avances. El retraso en la configuración de la candidatura unitaria, que fuentes de las negociaciones achacan a la «indiferencia» de Podemos, se acumula por la suspensión, supuestamente de forma unilateral, de varias de las reuniones programadas y la aversión a tratar cuestiones que se consideran fundamentales para el devenir de la candidatura. E informa el medio online que este mismo lunes, la formación de izquierdas celebrará una reunión de la dirección colegiada donde se debatirá la situación y se ratificará la elección de la lista con la que IU concurriría a las elecciones.
Recalca el citado medio que hasta ahora, la formación había elegido tanto a su cabeza de lista autonómica, Sol Sánchez, como municipal, Mauricio Valiente, pero había pospuesto el proceso de selección del resto de miembros de la candidatura para después de pactar los términos de la confluencia. Pero que “ante la falta de avances, se pondrá en marcha este proceso para ratificar toda la candidatura de IU. Se tirará por tanto hacia adelante sin esperar a Podemos porque, además, los plazos se han estrechado, hasta el punto de que se complicaría ratificar el hipotético acuerdo saliente en los órganos correspondientes”.
Desde IU no se toman decisiones en mesa camilla», se insiste. Entre las desconfianzas que asoman en el debate interno de la organización liderada por Alberto Garzón destaca que la propuesta encabezada por Íñigo Errejón no cubra o no apele a todo el espectro de la izquierda. Si bien el todavía diputado del Congreso se mostró desde un principio dispuesto a integrar a IU de forma instrumental, desde una parte de esta formación se teme que el proyecto de Errejón sea demasiado centrado y genere la desmovilización de un sector del electorado que, como ocurrió en las andaluzas, se quede en casa el día de las elecciones.
Elconfidencial.com hace notar que tampoco ayuda en este escenario la fisura de las confluencias entre Podemos e IU en grandes ciudades madrileñas. Más allá de la capital, que se toma como una excepción al estar gobernando, en Getafe ya hay una resolución en firme para presentarse por separado, y en Alcobendas, Cercedilla y otros municipios más pequeños, como Velilla, las negociaciones están rotas. Las escisiones en las marcas blancas que presentó Podemos en 2015 también se extienden y algunas de ellas valoran presentar una candidatura propia, como en San Sebastián de los Reyes o Leganés, donde el grupo municipal se fracturará en dos candidaturas. En Alcorcón y Colmenar se han dado procesos de confluencia que se ponen como ejemplo, pero serían minoritarios.
