Una mujer con mascarilla en Roma
Las autoridades sanitarias italianas han contabilizado este domingo 12.415 nuevos casos y otros 377 fallecidos debido a la COVID-19 en las últimas 24 horas, respecto a los 16.310 nuevos contagios y 475 fallecidos de la jornada anterior.
Así, hasta el momento, 2.381.277 personas se han contagiado de la COVID-19 en Italia, mientras que las víctimas mortales debido a la enfermedad han ascendido hasta las 82.177 en suelo italiano, según los datos de Protección Civil recogidos por el diario ‘La Repubblica’.
El Ministerio de Salud italiano ha confirmado la tendencia a la baja en los ingresos hospitalarios. Este domingo 27 personas han requerido hospitalización –57 el sábado–, para un total de 22.757. En cuidados intensivos se ha recibido a 124 personas, mientras 17 –dos el sábado– han podido abandonar estas instalaciones. Un total de 2.503 personas permanecen ingresadas en UCI en Italia.
Asimismo, en las últimas 24 horas, 16.510 personas han logrado recuperarse de la enfermedad, lo que ha elevado el total hasta las 1.745.726.
Este balance se da a conocer después de que el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, firmara el viernes un decreto que establece nuevas restricciones por la COVID-19 en el país, que tienen el objetivo de frenar la propagación de la enfermedad.
La disposición, que entró en vigor el sábado y se extenderá hasta el 5 de marzo, introduce medidas, normas y prohibiciones en lo referente a los centros educativos, los bares y restaurantes y los viajes, entre otras.
Así, tal y como había avanzado la prensa italiana, alumnos de primero y segundo de secundaria regresarán a las aulas, mientras que se ha prohibido a los bares y restaurantes ofrecer servicio para llevar a partir de las 18.00 horas. Mientras que piscinas y gimnasios permanecerán cerrados, los museos podrán reabrir en las zonas que se encuentren en la zona de riesgo amarillo.
Además, se ha eliminado la cuarentena para los viajeros procedentes de la Unión Europea y, en su lugar, será suficiente presentar una prueba rápida realizada en las 48 horas anteriores al ingreso en Italia. La entrada desde Reino Unido e Irlanda permanecerá suspendida, mientras que los cruceros de barcos italianos podrán reiniciarse.
Por otra parte, el decreto bloquea los viajes entre todas las regiones italianas hasta el 15 de febrero, endurece los criterios que llevan a una zona al nivel naranja o rojo de alerta y crea una nueva zona blanca –la de riesgo más bajo– para aquellas partes del país que no superen una tasa de incidencia de 50 positivos por 100.000 habitantes.
En otro orden de cosas, Conte ha anunciado que un millón de italianos ya han recibido la vacuna contra la COVID-19. Conte, que ha extendido su «agradecimiento» a los ciudadanos y al sistema de salud italiano «por su extraordinaria respuesta», ha subrayado que Italia mantiene la tasa de vacunación contra la enfermedad más alta de la Unión Europea. «Un hecho alentador. Vamos a seguir adelante manteniendo la guardia alta», ha trasladado a través de su cuenta en la red social Twitter.
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