Varios ministros del Gobierno de Giorgia Meloni se han posicionado en contra de la política climática comunitaria durante las últimas horas aduciendo que es una estrategia “absurda” respaldada por motivaciones ideológicas y que, en estos momentos, requiere cambios que reflejen las “realidades del mercado” ante la desaceleración de ventas generalizada de los coches eléctricos, según Europa Press.
Además, Roma considera que existe una preocupación creciente a que los fabricantes europeos como Volkswagen o Stellantis se estén quedando cada vez más atrás respecto de la competencia procedente de China y Estados Unidos, donde las empresas locales se han beneficiado durante los últimos años de una avalancha de subsidios estatales que han financiado la transformación de sus industrias.
El ministro italiano de Industria, Adolfo Urso, ha hablado en las últimas horas de un “panorama incierto” que afecta, entre otras, a la industria automovilística alemana donde, dice, se necesita “claridad” para no llegar a una situación de “colapso”.
“Europa necesita una visión pragmática, la visión ideológica ha fracasado. Tenemos que reconocerlo”, ha comentado, al tiempo que ha dicho no oponerse a la expansión del vehículo eléctrico aunque también asume que la transición hacia nuevas tecnologías de movilidad debería implicar el uso de otro tipo de propulsiones como la híbrida o el hidrógeno.
De hecho, el partido de coalición de Gobierno, la Liga, liderado por el viceprimer ministro Matteo Salvini, está dispuesto a proponer una legislación para obligar al Ejecutivo de Meloni a revocar la prohibición en su país, según informaron el pasado viernes, recoge la citada agencia.