La final celebrada en Zúrich coronó a Austria como la ganadora gracias al tema “Wasted Love” de JJ, pero la candidatura israelí ―apoyada por jurado y televoto― protagonizó la conversación pública. El contexto de la ofensiva israelí en Gaza y la postura de RTVE al comenzar la gala con la frase “Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción” generaron un choque directo con la UER, que amenazó con sanciones económicas a la cadena española.
Israel se queda a las puertas de su quinta victoria
Israel obtuvo 357 puntos, solo uno más que Estonia y 71 menos que Austria, que ganó con el menor marcador desde el cambio de sistema de votos. La delegación israelí convenció a los jurados profesionales pero no logró arrebatarle el trono a la favorita de la noche.
Israel fue la segunda opción tanto para el jurado profesional como para el público, consolidando su posición pese al debate extramusical
Silencio sobre Gaza: la UER pone el foco en RTVE
Minutos antes de que sonara la primera nota, RTVE proyectó el texto: “Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y Justicia para Palestina”. La UER lo consideró un mensaje “político” y avisó de posibles sanciones si se reiteraba cualquier alusión al conflicto durante la emisión. Los Consejos de Informativos de RTVE mostraron su preocupación por la “amenaza” del organismo europeo.
La advertencia de la UER reabre el debate sobre la neutralidad política del certamen y la libertad informativa de los radiodifusores públicos
Reacciones políticas y apoyo en redes
El ministro español de Transportes, Óscar Puente, respaldó públicamente la decisión de RTVE con un “Amén” en X, junto al vídeo del mensaje. Miles de usuarios aplaudieron el gesto, mientras otros criticaron la “politización” de Eurovisión. El hashtag #IsraelEurovision alcanzó tendencia global.