Desde el pasado 18 de marzo, la situación humanitaria en la Franja de Gaza se ha deteriorado gravemente. El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, indicó en rueda de prensa que «casi 400.000 personas han sido desplazadas una vez más desde la ruptura del acuerdo», lo que representa el 18 por ciento de la población gazatí.
Dujarric alertó de que no existen medidas suficientes para garantizar la seguridad y la supervivencia de los desplazados, recordando que esta es una responsabilidad legal de Israel como potencia ocupante. El portavoz lamentó que la falta de protección agrava aún más las condiciones de vida de los palestinos en el enclave.
«La ONU denuncia la ausencia de medidas de protección para los palestinos desplazados, cuya seguridad recae en Israel como potencia ocupante»
Nuevas órdenes de evacuación en Deir al Balá
El domingo, las autoridades israelíes emitieron una nueva orden de evacuación para más de tres kilómetros cuadrados en la zona de Deir al Balá, en el centro de Gaza. Esta orden llegó después de que Hamás lanzara hasta diez cohetes contra el sur de Israel desde esta área.
La evacuación afecta a nueve barrios y cubre una superficie similar a la del Central Park de Nueva York. Dujarric destacó que varios centros médicos que atendían a personas dentro y fuera de esa zona también se han visto afectados por la orden de desalojo.
«La evacuación forzosa afecta a una superficie comparable a Central Park e interrumpe servicios médicos esenciales»
Situación de los rehenes en manos de Hamás
El portavoz de la ONU también tuvo palabras para referirse a los rehenes que permanecen cautivos bajo control de Hamás. Dujarric denunció la falta de visitas a los rehenes y los informes alarmantes sobre malos tratos.
Exigió la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y recordó que, hasta que eso ocurra, Hamás debe garantizar su trato humano y permitir que el Comité Internacional de la Cruz Roja los visite.