La tensión entre Israel y Hamás vuelve a escalar, pese a señales aisladas de diálogo. La posible liberación del soldado israelí-estadounidense Edan Alexander ha avivado los rumores de una tregua en Gaza, pero el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu lo ha desmentido rotundamente. En medio de días cruciales, las partes siguen evaluando un posible intercambio de prisioneros, aunque Israel insiste en continuar las operaciones militares.
«La liberación de Edan se produce sin nada a cambio», ha asegurado el Gobierno israelí, subrayando que esta situación ha sido posible gracias a «la presión militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)» y el respaldo del presidente estadounidense, Donald Trump
Solo un corredor, sin alto el fuego
Desde la oficina del primer ministro israelí se ha emitido un mensaje contundente: «Israel no se ha comprometido a un alto el fuego de ningún tipo». La única concesión aceptada por Tel Aviv es la apertura de un corredor seguro que permita la salida de Edan Alexander, sin que medie una liberación de prisioneros palestinos.
Hamás busca avanzar hacia un acuerdo
En paralelo, el dirigente de Hamás en Gaza, Jalil al Haya, ha anunciado que el grupo liberará a Edan Alexander en un plazo de 48 horas, como gesto unilateral destinado a mostrar su disposición a negociar un acuerdo final que ponga fin a la guerra e incluya un intercambio de prisioneros.
Según la agencia Sanad, el movimiento islamista estaría dispuesto a iniciar negociaciones intensivas para alcanzar un pacto que satisfaga a ambas partes.
Israel subraya que las negociaciones «continuarán bajo fuego», lo que apunta a una intensificación de los combates en los próximos días, incluso en paralelo a los contactos diplomáticos
Negociaciones «bajo fuego» y ofensiva en marcha
A pesar del gesto de Hamás, Israel mantiene su ofensiva militar, reafirmando que las negociaciones no interrumpirán las operaciones en curso. «Estamos en medio de días críticos», reconocen desde el Ejecutivo hebreo, que asegura haber presentado ya una propuesta formal a Hamás.