La escalada bélica y el bloqueo a la ayuda humanitaria reflejan la doble dimensión del conflicto: la presión militar de Israel para derrotar a Hamás y el deterioro extremo de las condiciones de vida en Gaza.
Israel avanza en Gaza con apoyo de reservistas
El portavoz del Ejército israelí, Effie Defrin, confirmó este jueves que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) controlan ya un 40% de la ciudad de Gaza, considerada por el Gobierno israelí como el principal bastión político y militar de Hamás.
«Las operaciones continuarán expandiéndose e intensificándose en los próximos días. Aumentaremos la presión sobre Hamás hasta derrotarlo», advirtió Defrin.
El Ejército ha comenzado a desplegar a unos 60.000 reservistas convocados para reforzar las maniobras en la Franja. En paralelo, difundió imágenes del ataque en el que murió Abú Obeida, portavoz militar de Hamás, así como fotografías de líderes del movimiento, incluido Mohamed Deif, jefe de las Brigadas Ezzeldín al Qassam.
La ofensiva avanza en un escenario donde Israel insta a los civiles a desplazarse hacia el sur, anticipando una expansión de los combates.
La ofensiva israelí mantiene un alto coste para la población civil, que sufre desplazamientos forzados y carece de refugios seguros
Seis meses de bloqueo humanitario
Mientras Israel refuerza su control territorial, la situación humanitaria se deteriora. La portavoz de Unrwa en Gaza, Inas Hamdan, denunció que Israel impide desde hace seis meses el acceso humanitario de la agencia de la ONU a la Franja.
«La situación humanitaria en Gaza es un infierno en la tierra. La gente necesita urgentemente camas, almohadas y tiendas de campaña», afirmó Hamdan, quien subrayó que la agencia está dispuesta a distribuir ayuda si recibe autorización.
Los cientos de puntos de distribución de Unrwa han sido sustituidos por cuatro centros gestionados por la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), una organización privada estadounidense que actúa con apoyo de las autoridades israelíes en áreas bajo control militar.
La entrega de ayuda se produce a menudo bajo disparos del Ejército israelí, que justifica su actuación alegando que grupos de palestinos se desvían de las rutas establecidas y se aproximan a posiciones militares.
Israel sostiene que Unrwa mantiene vínculos estrechos con Hamás, y defiende que el sistema actual de distribución garantiza la asistencia sin la intermediación del movimiento palestino
Crisis humanitaria sin precedentes
La combinación de ofensiva militar y bloqueo humanitario ha dejado a la población civil en una situación extrema. Miles de personas se han visto obligadas a desplazarse a zonas del sur sin condiciones adecuadas, mientras la falta de alimentos, medicinas y refugios multiplica la vulnerabilidad de los gazatíes.
La falta de coordinación entre Israel y la ONU marca un punto crítico en un conflicto que, además de su dimensión militar, plantea una emergencia humanitaria que sigue sin solución.