El último balance sobre educación terciaria en Europa confirma una clara división entre el norte y el este del continente. Los países que más invierten en formación y atracción de talento concentran los porcentajes más altos de titulados, mientras que otros Estados siguen lejos de la media. En este escenario, España se sitúa en una posición intermedia, con un porcentaje superior al promedio de la UE pero lejos de los líderes.
Irlanda encabeza el ránking europeo
Irlanda lidera con un 65,2% de jóvenes con título universitario, seguida de Luxemburgo con un 63,8% y Lituania con un 58%. Estas cifras confirman la fortaleza de sus sistemas educativos y su vinculación con mercados laborales dinámicos.
En la parte baja de la tabla se encuentran Italia (31,6%), Hungría (32,3%) y República Checa (33%), que siguen lejos de los objetivos europeos. En el extremo, Rumanía apenas alcanza un 23,2%, lo que refleja una brecha cada vez mayor.
La media comunitaria se sitúa en el 44,2%, un dato que muestra el avance general pero también las desigualdades persistentes. En el caso de España, el nivel ronda el 52%, por encima de la media, aunque todavía con margen de mejora respecto a los países líderes.
Irlanda supera el 65% de titulados entre los 25 y 34 años España se mantiene en torno al 52%, por encima de la media europea Italia y Hungría continúan en la parte baja con poco más del 30%
El peso del origen familiar
El informe recuerda que la formación de los padres sigue siendo determinante. De media, cerca del 72% de los jóvenes cuyos progenitores cuentan con título universitario alcanzan también la educación superior, frente al 19% entre los hijos de padres sin secundaria.
La brecha social es más reducida en países como Dinamarca, mientras que en otros, como Polonia, se ensancha notablemente. Estas diferencias ponen de relieve la necesidad de reforzar becas, programas de orientación y apoyo en edades tempranas para reducir la desigualdad.
El nivel educativo de los padres condiciona el acceso de los hijos a la universidad Dinamarca presenta la brecha más reducida entre jóvenes de distinto origen Polonia refleja una de las diferencias más acusadas en Europa
Más estudios, más empleo y mejores salarios
Los datos confirman que el nivel educativo se traduce en mayores tasas de empleo, mejores salarios y mayor estabilidad laboral. En la UE, la diferencia en la ocupación entre quienes poseen estudios superiores y los que solo cuentan con educación básica supera los 25 puntos porcentuales.
Además, la educación superior se asocia con mejores resultados de salud y mayor capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos. Para países como España, avanzar en este terreno no solo es clave para la movilidad social, sino también para mejorar la competitividad económica.
Los titulados tienen más opciones de empleo estable y mejor remunerado La educación superior se vincula también con mejores indicadores de salud La convergencia con los países líderes requiere más inversión y equidad
Porcentaje de jóvenes con estudios superiores (25-34 años, 2024)
País | % Jóvenes con título universitario |
---|---|
Irlanda | 65,2% |
Luxemburgo | 63,8% |
Lituania | 58,0% |
España | 52,0% |
Media UE | 44,2% |
República Checa | 33,0% |
Hungría | 32,3% |
Italia | 31,6% |
Rumanía | 23,2% |
Europa se ha acercado en 2024 al objetivo del 45% de titulados fijado para esta década, pero la fotografía sigue desigual. Los países líderes consolidan su ventaja y los rezagados tienen por delante el reto de garantizar más acceso, más equidad y una conexión real entre universidad y empleo.