En la actualidad, los conjuntos de datos correctamente anonimizados —aquellos que eliminan todo rastro identificable— comienzan a tratarse como “materia prima” del ecosistema digital. Fondos de capital riesgo, empresas tecnológicas y startups especializadas en tratamiento de datos compiten por acceder a información estructurada y verificable.
Un mercado en expansión con métricas millonarias
El volumen global de información almacenada crece de forma exponencial. En 2024 alcanzó los 149 zettabytes, y se prevé que llegue a 394 zettabytes en 2028, impulsado por la digitalización masiva y el auge de la inteligencia artificial. Además, los estudios académicos sitúan el valor del mercado de datos personales —incluyendo los anonimizados— en torno a 6.100 millones de dólares para 2025.
| Indicador | Valor estimado | Comentario |
|---|---|---|
| Volumen de datos globales 2024 | 149 zettabytes | Crecimiento sostenido por la digitalización |
| Proyección de datos 2028 | 394 zettabytes | Expansión impulsada por la IA |
| Valor del mercado de datos personales 2025 | 6.100 millones de dólares | Aumento de la monetización de información anonimizada |
La creación masiva de datos en todo el mundo amplía la “materia prima” disponible para inversores y acelera la valorización de los conjuntos más fiables y verificables
Impulsores, oportunidades y riesgos
Entre los factores que explican este auge destacan el crecimiento del entrenamiento de modelos de inteligencia artificial, la necesidad de bases de datos diversificadas y el desarrollo de plataformas de “data-as-a-service”. También influye la regulación: el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) europeo impulsa la búsqueda de soluciones que mantengan la privacidad sin renunciar al valor económico.
La monetización de datos personales ya mueve miles de millones de dólares anuales, lo que demuestra que este segmento no es solo soporte técnico, sino también activo financiero
Sin embargo, la inversión no está exenta de riesgos. La anonimización no garantiza una protección absoluta frente a la reidentificación —el conocido “efecto mosaico”—, y la liquidez del mercado sigue siendo limitada. Tampoco existen estándares internacionales sólidos para valorar un conjunto de datos, y los derechos de propiedad varían según la jurisdicción.
Por ello, los expertos recomiendan verificar la procedencia de los conjuntos, exigir auditorías de anonimización y adoptar una visión a medio o largo plazo, evitando estrategias especulativas propias de activos cotizados.
Una nueva frontera para la inversión alternativa
Las cuestiones regulatorias, de anonimización y propiedad complican el desarrollo del mercado, pero también crean una ventaja competitiva para quienes dominen la materia. Los inversores que combinen criterio técnico, rigor normativo y paciencia estratégica podrían capturar el valor de un activo que apenas comienza a consolidarse.
En definitiva, los datos personales anonimizados se perfilan como una materia prima estratégica del siglo XXI, clave para la innovación, la competitividad y la diversificación patrimonial en la economía global.





