Las provincias prorrusas de Donestk y Lugansk celebran sus comicios separatistas en un clima de máxima tensión. En algunos lugares se han percibido disparos y explosiones. La polémica jornada electoral de este domingo en las dos provincias prorrusas del este de Ucrania ha comenzado entre tiroteos. Diversas fuentes locales han informado de explosiones y disparos en las inmediaciones en algunas instalaciones militares de la ciudad de Sláviansk, en la que ya se han producido otros choques armados.
Los combates más intensos habrían tenido lugar a las afueras de esta ciudad de la región separatista de Donetsk, en las inmediaciones de la planta Kombikorm tomada por los insurgentes prorrusos, según informa la agencia Ria Nóvosti. Una situación que pone en evidencia el clima de tensión que se vive en las dos regiones tomadas por los rebeldes que han llamado a sus conciudadanos a las urnas para autoproclamar su independencia de Ucrania.
Donetsk y su región vecina de Lugansk, ambas fronterizas con Rusia, son las dos que hoy celebran unos comicios sin observadores internacionales y cuyo resultado no será reconocido en ningún caso por Kiev, la Unión Europea ni EEUU. Algunos diplomáticos destinados en Ucrania han destacado que las papeletas son fácilmente falsificables, no se dan las garantías de libertad y privacidad de voto necesarias y que en muchos casos se van a utilizar censos electorales no actualizados por largo tiempo.
Con este escenario, los rebeldes promotores de la votación de independencia con las que pretenden dejar abierta la puerta abierta a una posible anexión a Rusia siguiendo los pasos de Crimea, han denominado a los comicios como «referéndum popular», tal y como ha explicado un portavoz del Gobierno local de Donetsk, la ciudad cabeza de la región separatista de mismo nombre.
No se esperan datos fiables de participación ni de escrutinio hasta la jornada del lunes, dado lo rudimentario del sistema en ambas regiones. No obstante, los cabecillas prorrusos sí se han aventurado con sus propias previsiones. Roman Liaguin, jefe de la comisión electoral de la autoproclamada República Popular de Donetsk, ha comentado que espera una participación cercana al 70% de los censos que manejan de poco más de tres millones de votantes.
El clima está aún más caldeado en la ciudad de Sláviansk, donde se habrían producido los tiroteos de los que se hace eco la prensa ucraniana y rusa. El prorruso autoproclamado alcalde de la ciudad, Vichislav Ponomariov ya advirtió hace unos días que si el Ejército de Ucrania «nos molesta, responderemos: estamos dispuestos a matar por defender la consulta». El que fue también soldado del antiguo ejército soviético tiene desplegada una milicia de encapuchados que custodia los centros en los que se han instalado las urnas de votación y los enclaves militares y económicos que por el momento los prorrusos controlan en su totalidad.
