El presidente de la institución ha dicho que el próximo mes podría ser decisivo a la hora de actuar para atajar los riesgos de estancamiento de los precios. El consejo ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), reunido excepcionalmente en Bruselas, ha decidido mantener los tipos de interés en el 0,25% a pesar de las crecientes exigencias del mercado para que la entidad monetaria actúe contra el escenario de prolongada baja inflación que ya se vislumbra.
Es cierto que los analistas no esperaban movimiento de tipos ni tampoco medidas no convencionales para estimular el alza de los precios en la eurozona, donde el IPC ha permanecido por debajo del 1% desde octubre de 2013. Pero Mario Draghi, el presidente de la institución, sí ha sorprendido al decir que el próximo mes de junio podría ser decisivo a la hora de actuar para atajar los riesgos de estancamiento de los precios.
Draghi, ha reiterado que las expectativas de inflación a medio y largo plazo siguen «firmemente ancladas» en línea con el objetivo de inflación. Ese objetivo, definido por el propio organismo como «una evolución de los precios por debajo pero próximo al 2%» no llegará hasta 2016, tal y como ha confirmado el banquero italiano. El BCE presentará el próximo mes de junio sus nuevas previsiones macroeconómicas y en caso de que se constataran los riesgos a la baja podrían anunciarse nuevas medidas extraordinarias.
Así que el Eurobanco continúa con el mismo mensaje de que está dispuesto a hacer lo que hace falta pero admitiendo, a la vez, que aún no ha llegado ese momento. «El Consejo de Gobierno es unánime en su compromiso a la hora de usar instrumentos no convencionales si sigue un periodo prolongado de baja inflación», es todo lo que ha concedido Draghi.
Al anuncio del BCE las bolsas europeas han respondido bien. El Ibex 35 subía, a una hora del cierre de sesión, un 1,40%. La Bolsa de Fráncfort hacía lo propio un 0,4% y la Bolsa de París escalaba hasta ganar un 1,2%. En cuanto a Londres: se revalorizaba un 0,6%.