El nuevo dueño de Evo Banco se interesa por la red de sucursales de CatalunyaCaixa

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El nuevo dueño de Evo Banco se interesa por la red de sucursales de CatalunyaCaixa

Sucursal de Evo Banco

Apollo se interesa por la red de sucursales de CatalunyaCaixa fuera de Cataluña, que el FROB tiene intención de vender antes de acometer la subasta de la entidad. El fondo estadounidense Apollo, que el año pasado adquirió Evo Banco a Novagalicia por unos 60 millones de euros, continúa con sus planes de expansión en España. En concreto, se habría interesado ahora por la red de sucursales de CatalunyaCaixa fuera de Cataluña, que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) tiene intención de vender antes de acometer la subasta de la entidad.

Según publica hoy el diario Expansión en su edición de pago, la intención de Apollo sería presentar una oferta por un total de 196 oficinas, todas fuera de la comunidad autónoma catalana, en las que trabajan 900 empleados.

En septiembre del año pasado, el fondo estadounidense le compró a Novagalicia Evo Banco, la marca comercial bajo la que operaba fuera de sus territorios de origen (Galicia, Asturias y León) por un precio de unos 60 millones de euros. Tras esta adquisición el Banco de España otorgó una ficha bancaria a Evo Banco, que pasó a ser un banco independiente.

La operación de Evo Banco fue la cuarta adquisición que el grupo Apollo realizaba en el sector financiero español, aunque la mayor de todas, dentro de un proceso de expansión gracias al cual el grupo estadounidense cuenta en España con más de 500.000 clientes y casi 10.000 empleados.

La intención del FROB, máximo accionista de CatalunyaCaixa, es deshacerse de la red de sucursales fuera de Cataluña antes de acometer la subasta de la entidad rescatada, en principio programada para antes del verano. Además de esta red, también están a la venta la gestora de fondos y planes de pensiones, la filial de bolsa y la cartera de créditos fallidos.

Incluso si se logran realizar estas operaciones de venta, la subasta de CatalunyaCaixa parece difícil, al menos a un precio medianamente atractivo que permita recuperar parte de los fondos públicos inyectados en ella. Muchos rumores del mercado apuntaban ya a finales del año pasado a que la venta no se realizaría al menos hasta el tramo final de 2014, cuando ya se hubiesen realizado los test de estrés del BCE y la revisión de calidad de los activos (AQR) de la banca europea.

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