La abstención destroza a los socialistas franceses en las municipales

Elecciones Francia

La abstención destroza a los socialistas franceses en las municipales

François Hollande, primer ministro de Francia

La segunda vuelta de las elecciones municipales francesas se ha saldado con una abstención cercana al 39%, mientras que los socialistas de François Hollande perdían terreno frente al partido del expresidente Nicolas Sarkozy. El Partido Socialista francés (PS) ha recibido este domingo, en la segunda vuelta de las elecciones municipales galas, otro varapalo electoral mientras las urnas han vivido un récord de la abstención (cercana al 39%).

Los comicios municipales, celebrados a dos vueltas hoy y el pasado domingo y marcados por una abstención histórica de cerca del 38,5%, han arrojado un balance muy favorable para el centroderecha, que recupera el terreno perdido en 2008, y un resultado histórico para el ultraderechista Frente Nacional (FN).

El centroderecha habría conseguido el 45,1% de los votos, la izquierda el 40,5%, la extrema derecha el 6,85% y la extrema izquierda el 0,06%, según los resultados del Ministerio del Interior, aún no definitivos.

Diez ciudades de más de 100.000 habitantes pasarán de la izquierda a la derecha, al igual que 40 municipios de 30.000 a 100.000 residentes. Además, la formación del expresidente Nicolas Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), actualmente primer partido de la oposición y aliado en las urnas con los centristas del MoDem y del UDI, logró arrebatarle a los socialistas 105 localidades de más de 9.000 censados.

Los conservadores mantienen el poder en Marsella, segunda ciudad del país, y se impusieron en municipios como Angers o Quimper (oeste del país), Saint-Etienne (este), Angers y (sur), Reims (norte) o Toulouse (sur).

Jean-Marc Ayrault, el primer ministro hasta, al menos, el inminente cambio de Gobierno que se espera anuncie este lunes François Hollande, dio cuenta de esa derrota con una lectura en clave nacional, motivada por las «reformas sin precedentes» de sus dos años de Gobierno, que requieren «coraje» antes de que «den sus frutos».

«El mensaje es claro. Debe ser plenamente entendido», dijo Ayrault, quien asumió su parte de culpa en una «responsabilidad colectiva» marcada por el «significativo desafecto» de quienes dieron su voto a los socialistas en las elecciones presidenciales y legislativas de 2012.

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