El PIB de EEUU se contrajo un 0,7% en el segundo trimestre del año, tres décimas por debajo de la primera revisión del Departamento de Comercio estadounidense. La corrección del dato sorprendió a los analistas, que habían previsto una contracción de entre el 1 y el 1,2%. Esta moderación sienta las bases de la recuperación del crecimiento económico.
En los tres primeros meses del año el PIB registró un decrecimiento en tasa anualizada del 6,4% y en sus sus cálculos preliminares para el segundo trimestre, el Gobierno había previsto una tasa de contracción del 1%.
Con el dato hecho público hoy, el PIB real ha retrocedido durante cuatro trimestres consecutivos, algo que no sucedía desde 1947, año en que se comenzó a elaborar la serie estadística.
El Gobierno explicó la abrupta diferencia de la evolución de la economía en el segundo trimestre con respecto al primero, debido a que en el último se registraron descensos mucho menores en las exportaciones y en la inversión no residencial y una recuperación del gasto público tanto federal como local.
También se redujeron los retrocesos en la inversión privada en inventarios y en la inversión residencial, que resultaron parcialmente compensados por un menor descenso de las exportaciones y del gasto del consumidor, que representaba dos terceras partes del PIB.
A pesar de que el ritmo de contracción se suavizó mucho más de lo esperado por el mercado, las Bolsas ignoraron el dato después de hacerse público que el índice de gerentes de compra de Chicago (PMI) cayó inesperadamente en septiembre hasta 46,1 puntos, frente a los 50 puntos del mes de agosto. Los analistas consultados por Bloomberg esperaban una lectura de 52,1 puntos. El nivel de 50 es el que separa la contracción del crecimiento, y el dato volvió a ese nivel en agosto, después de no haberse situado ahí desde septiembre de 2008, cuando marcó 55,9 puntos. El mínimo se alcanzó en marzo, con 31,4 puntos.
